Los Choclok, madurando la fusión de sonidos
Redacción y fotos por Iván Gutiérrez
El pasado viernes 17 de febrero los ensenadenses tuvimos la oportunidad de disfrutar de un show impresionante a cargo de Los Choclok, banda de música fusión cuyo sonido tiene influencias del son jarocho, reggae, cumbia, blues, rock y ska. Oriundos de Veracruz, sus canciones han viajado por todo México y más allá en los últimos años. Aprovechando su visita por el puerto de Ensenada, nos dimos a la tarea de explorar más a detalle su propuesta musical, conversando con Jacobo Grajales (alias El Nipón, vocalista), Oscar Ruiz (saxofonista) y Azael ___ ( __ ).
¿Cómo nacen Los Choclok?
JG: Nace hace ya catorce años, realmente nunca tuvimos la idea de forma una banda, pero en una guerra de bandas nos invitaron a participar, y pues nos atrevimos a entrar, tocando por primera vez en la región un poquito de géneros completamente diferentes: cumbia, reggae, ska. Afortunadamente ganamos ese concurso y de ahí las cosas siguieron dándose para que la banda se fuera consolidando de forma orgánica.
¿Me comentaban antes de la entrevista que es hace 7 años cuando ya empiezan a desarrollar el proyecto de forma más profesional?
JG: El hecho fue que cuando empezamos a tener esa hambre de más escenarios, de escenarios más grandes y otras ciudades, de hacer otro disco, tuvimos que exigirnos la otra parte, de empezar a crecer como músicos, y eso nos fue llevando a aterrizar lo que queríamos hacer y darle realmente un contexto a la banda.
¿Cuál fue la primera canción que nació de los Choclok?
OR: Yo creo que Cumbia de Vacaciones… esa canción ni siquiera es cumbia, es como surf, pero la empezamos a sacar justamente para la guerra de bandas, la escribieron Adrián y Chopo (el acordeonista).
JG: Estuvo bien interesante, porque desde que empezamos a ensayar todos (y varios de los que ya no están aquí, por temas de chamba, familia, etc.) se fueron integrando elementos de las influencias de todos. Cuando llegó lo de la guerra de banda, nos preguntamos “¿qué rola llevamos, un cover?”, y nosotros de que “ya estamos hasta la madre de covers, hay que hacer algo nosotros”, y así se fueron dando las primeras rolas, que realmente no tenían una estructura fija, a veces la tocábamos de una forma, a veces de otra; de ahí fueron tomando forma algunas canciones, que eran las que creíamos que era más importantes, y esas se fueron quedando. Pero todavía está esta onda con algunas rolas que no grabamos de “wey hay que volverlas a tocar”.
OR: Justo, creo que la vamos a volver a tocar en algún momento, quizás ahora sí como cumbia (jajaja)
JG: Eso fue lo que pasó con rolas que acaban de salir, como Chale, que, aunque estuvo desde el inicio, apenas estamos compartiendo tras… 13 o 14 años. Yo creo que tenía que madurar, para que llegara su mejor expresión.
¿Por qué se llama Choclok?
La palabra Choclok no es una onomatopeya, no es algo tangible, sino que hace referencia al sonido del acto sexual, de una forma muy burda. Cuando fuimos a la guerra de banda no teníamos un nombre pensado, y fue de “wey de qué forma los presento”, y un compa que estaba ahí dijo “no pues Choclok”, haciendo referencia a esto que habíamos platicado horas antes, siendo jóvenes ilustres (jajaja), y la raza nos empezó a denominar así. Ya cuando agarramos con más seriedad el hecho de hacer música dijimos “ay que buscar otro nombre” pero ya era imposible, ya toda la raza nos identificaba así.
Tienen varias rolas con un ritmo muy cumbiero, pero en particular me gusta mucho la de Caminera, cuya letra aborda la problemática social de la violencia
AZ: Sí, es una rola con contenido social, que la escribí con unos versos que había hecho de Son Jarocho, y aparte se acopló mucho a una situación que estaba pasando un amigo… pasó que le mataron a su abuelitaen la comunidad de donde es, en Coacotla, entonces él hizo unos versos y también los acoplamos.
Lo que se me hace curioso es que es una canción con un ritmo muy festivo, pero que de alguna manera integran la crítica…
JG: Claro, es que si te das cuenta sí es una cumbia, pero que tiene como un peso muy oscuro. Escuchas la caminera y el ritmo está sabroso, pero sí tiene cierta oscuridad en su melodía, en las figuras que se están haciendo y en la historia que está contando.
OR: Y creo que también influye mucho en como compone Azael y Eliel, porque ellos son soneros, siempre tienen un ritmo peculiar para interpretar una letra; Azael, por ejemplo, versa como si fuera sonero, y al momento de ejecutar hace un ritmo muy de Son Jarocho, al que solo es cuestión de subirle la velocidad para que suene como cumbia.
JG: También se trata mucho de cómo canalizamos nuestra energía en las composiciones, porque normalmente estamos acostumbrados a que si es una cumbia, es para bailar, pero también puede llevar esa fuerza motriz que te motiva a desarrollar una fuerza interior. Cuando tocamos la Caminera en el escenario estamos bailando, pero también es una vía para sacar el enojo, es parte del lenguaje de la banda.
La influencia de la música veracruzana está directa o indirectamente en su música
Azael: Claro, al menos de mi parte, como te comentaba, yo me crié escribiendo Son Jarocho, entonces lo que escribo son versos jarochos, con estructura de una décima, una cuarteta jarocha. Son sones jarochos disfrazados de reggae (jajaja).
Tienen un álbum y un EP publicados, ¿qué dirían que distingue a uno de otro, en lo referente al sonido?
JG: Su madurez, yo creo. El primer álbum, Sonido Místico, es alusivo a Choclok, nosotros le decíamos El sonido del amor, que de hecho habíamos pensado en ponerle así pero ya existía un álbum así. Este disco fue completamente hecho por nosotros, nos enseñó muchísimo porque no sabíamos lo que era un trabajo de producción, la forma de las canciones, etc. Mientras que Toctli, en náhuatl significa “germinando” o “floreciendo”, y eso fue precisamente lo que nos llevó a conciliar ese nombre. Ese EP nos llevó un año y medio, porque no estábamos nosotros en el nivel que el disco nos exigía, y tuvimos que estar chambeando mucho para alcanzarlo.
OR: Justo, tuvimos que trabajar mucho en el nivel mental, en el nivel de ejecución, en el nivel de vocalización, todo. Fue un disco importante porque nos cambió la mentalidad a todos. Y ya cuando lo escuchamos terminado se vio el resultado, incluso nuestros seguidores nos dijeron que se escuchaba más maduro.
¿Ese también lo produjeron ustedes?
OR: No, ese lo produjimos con José Arturo y Conan Contreras, ellos trabajan en los Aguas Aguas, son muy amigos nuestros y nos dijeron que les gustaba mucho el grupo y querían ver qué podrían hacer para enriquecer todavía más el sonido que tenemos.
¿Qué planes tienen en puerta?
OR: Justamente en marzo vamos a lanzar un sencillo nuevo, de nombre Ariles, escrita por Azael.
Azael: Sí, es una palabra que asemeja una añoranza, un anhelo, una esperanza, algo improbable que no sabes si va a pasar. La usaban mucho los marineros cuando iban mar adentro, era una palabra para referirse a ver si regresaban, “me voy con los ariles del viento y a ver qué pasa”.
OR: También vamos a lanzar nuevo álbum en abril.
¿Qué nombre tiene este nuevo álbum?
JG: Todavía no sabemos, igual que pasó con la banda, esta madre se decide hasta el final, cuando escuchamos y vemos de qué tiene cara el chamaco.
¿Encuentran inspiración en entrar en estados de conciencia alterados?
JG: No. Sí existe esa parte, sí la hemos vivido y la entendemos, y podemos interpretar algunas vivencias a raíz de eso y direccionarlas a algo que queremos decir, pero la mayoría de las canciones que componemos, sobre todo en la parte lírica, son más bien vivencias y el cómo vemos nosotros la vida, las problemáticas que encontramos, la denuncia de hechos que hace falta señalar y que luego se ignoran: tocar otras fibras que no se abordan usualmente en la música.
Si Choclok fuera una película, ¿de qué trataría la trama?
JG: Se queda pendejo Tarantino (jajaja). Yo creo que sería una comedia un tanto oscura, al mismo tiempo emotiva, y con unos dinosaurios por ahí.
Bandas independientes que nos quieran recomendar de Veracruz
JG: Del sur de Veracruz están Tercera Raíz, Señor Pecado, La Cartera de Mamá, Los Toros Negros, Los Black Rola, Lefter Crab, Jade. Hay muchas bandas en todo el estado, afortunadamente la música del estado está moviéndose y empezando a salir, hay bandas en Xalapa como Los Tianguis, Los Aguas Aguas, Sonex, grupos de Son Jarocho como Los Cojolites.