«Vivir Tan Rotos» y los desgarres melancólicos de Ay Gregorio!
Redacción por Iván Gutiérrez
El compositor ensenadense “Ay Gregorio!” ha liberado en plataformas su nuevo sencillo “Vivir Tan Rotos”, una pieza musical melancólica que narra un intenso drama de ruptura entre dos almas que son “víctimas de sus propios juegos”.
De acuerdo al autor, esta canción nació de una experiencia que lo llevó a reflexionar sobre los procesos de conocimiento de uno mismo a través del otro: “Cuando establecemos una relación cercana e íntima con alguien, logramos reconocer (gracias a ella) algunas partes de nosotros que de otra manera nos pasarían desapercibidas: el otro se vuelve un espejo en el que nos reflejamos. Sin embargo, muchas veces, por no estar bien con nuestro propio ser, terminamos haciéndole daño a esa otra persona, rompiendo ese espejo que somos nosotros mismos”.
Si bien esta canción ya viene incluida en los “Cantos Gregorianos”, primer material del músico ensenadense, el nuevo sencillo cuenta con una producción más completa, ensamblada con el apoyo del joven productor Osvaldo Ledezma (fundador de los Estudios Bosque del Éste): “Para esta versión colaboramos con varias personas talentosísimas. Por un lado Samantha Saldaña (@satanastuvo.unahija) nos acompañó con su voz femenina, dándole mayor dramatismo a esta historia de ruptura porque su tono dulce establece un buen contraste con otra voz. Por otro lado, la joven Fernanda Salizzoni (@lanebulosa.rosa) participó en la canción interpretando un acompañamiento de viola increíble, que siento que terminó por crear una atmósfera genialmente desgarradora durante la segunda parte de la canción. Ah y al inicio, si prestan atención, hay un piano que se escucha de fondo, que incluimos imaginando cómo se escucharía si estuviera al fondo de un bar”.
El joven músico comparte que para la difusión de este nuevo material realizaron una serie fotográfica en la Sierra de Juárez, aprovechando las instalaciones de un Hotel abandonado en medio de los árboles: “Nos fuimos a acampar por el cumpleaños de un amigo, Raúl Villareal, justo quien nos apoyó con la sesión de fotos. En esa ocasión decidimos llevarnos un par de atuendos negros, a ver qué se nos ocurría, y al ver las instalaciones destruidas del hotel supimos que de ahí iba a salir material interesante”.