Redacción por Mariana Camacho
Fotos por Andrés García
El viernes 24 de octubre, en el Studio Café, se realizó un homenaje a Cristian Vázquez por parte de la asociación Pluma Joven y el compositor local Ay Gregorio!, sociedad fundada por él que fomenta la lectura y escritura entre jóvenes. El evento tuvo como objetivo recolectar fondos para producir la canción de “El corrido de Cristian Vázquez”, una pieza que busca denunciar la injusticia de su muerte y honrar lo que hizo en vida.

Pluma Joven es una asociación civil fundada por Cristian Vázquez en Ensenada hace 14 años. Su propósito inicial era crear espacios para escritores jóvenes, y actualmente se dedica a realizar eventos culturales —como el Libro Fest—. La premisa principal es hacer la literatura accesible; aunque al inicio el enfoque era la juventud, hoy trabajan con toda la población en general. Lo hacen bajo los valores de humildad, buscando la cercanía con las personas, respetando a todos y sin poner barreras ante el conocimiento.
Libro Fest es su actividad más popular: una iniciativa para hacer accesible la literatura mediante el intercambio de libros a precios muy bajos. Otras acciones destacadas son el Encuentro Elige para preparatorias y los clubes de escritura, que actualmente cuentan con más de 200 miembros.
Para más información pueden encontrarlos en plumajoven.org, en Facebook (Pluma Joven AC), Instagram (@pluma.joven) y TikTok (@pluma.joven).

Max Zamarripa, vicepresidente de Pluma Joven, nos compartió lo que representó Cristian para la comunidad artística de Ensenada:
“Cristian fue un faro que brilló intensamente. Personalmente, siempre lo vi como un hermano mayor, un guía que me impulsaba a mejorar, y creo que era una figura similar para muchas personas: fomentó su talento y las inspiró. Pluma Joven logró hacer cosas que parecían imposibles gracias a él, que siempre nos impulsaba y apuntaba alto. Hizo mucho por Ensenada y creó un antes y un después para la escena cultural de esta ciudad”.
Por su parte, Miguel Vázquez habló con nosotros sobre su hermano:
“A Cristian le gustaba leer y escribir desde que era pequeño. Estaba lleno de pasión y lo transmitía en todo su trabajo. Decidió crear una comunidad porque quería encontrar gente que compartiera sus pasiones. Pluma Joven fue un espacio para que cualquiera pudiera compartir su arte”.
Miguel espera que este homenaje y esta canción mantengan viva la memoria de su hermano, impulsando la búsqueda de justicia.

El Studio Café fue la sede de este homenaje, así como de múltiples actividades culturales y musicales en Ensenada, con el objetivo de atraer al público local y crear comunidad. Este espacio funciona como un centro cultural, pero también como un estudio de producción para todos los artistas locales, bajo la dirección de Marco Antonio Álvarez.
Durante el homenaje se realizó una lectura de textos de los miembros de Pluma Joven. Max inició con una carta escrita por Cristian sobre la asociación, un texto lleno de esperanza y entusiasmo por el trabajo comunitario. Después leyó un texto propio titulado “Max, perro”, un relato corto desde la perspectiva de un canino sobre la humanidad, la relación con su dueño y el duelo.
A este texto le siguieron varios más, entre los cuales destacaron “Ambas” y “El hogar perdido”. La actividad sirvió como un foro donde cada escritor permitió al público escuchar un poco de su arte y, por consecuencia, ver un pedazo de su alma.





Al finalizar las lecturas, se presentó el proyecto musical Ay, Gregorio!, interpretando canciones con un fuerte peso social y emocional, que abordaron temas como el megapuerto del Sauzal y la guerra en Palestina. Cerraron su participación con “El corrido de Cristian Vázquez”.

Entre los asistentes, Armando González subió al escenario para decir unas palabras sobre Cristian, declarando que fue un héroe y que ahora brilla en el cielo tras haber ayudado a tantas personas. Como última actividad, se realizó un concurso de disfraces —que ganó Campanita— y una clase de baile norteño y cumbia.


Fue una noche emotiva, rodeada de todos aquellos que aprecian la memoria y el trabajo de Cristian, agradeciendo su impacto en cada uno de los asistentes y en Ensenada. El público se llevó consigo un mensaje de resiliencia e inspiración para continuar su legado.
