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  • Tres generaciones de rock pesado en concierto

    Tres generaciones de rock pesado en concierto

    Redacción y fotos Polo Bautista.

    Varios meses han transcurrido desde que el Foro Alicia reabrió las puertas en su actual sede, domiciliada en la colonia Santa María la Ribera, de la alcaldía Cuauhtémoc, y como si el tiempo o los vaivenes de la vida no ocurrieran, nuevamente me hallaba ante ese umbral que divide al más ordinario bullicio citadino de la escena underground nacional.

    Desde luego, el nuevo inmueble dista mucho del anterior y arrastra ligeramente los aires de la modesta parroquia que alguna vez fue, con sus níveos muros elevados y tejado a dos aguas. Sin embargo, la estridencia que de allí emanaba permanecía inalterada e inclusive más vehemente que en épocas anteriores, gracias al atractivo cartel programado para esa noche el cual anunciaba tanto a bandas provenientes de la “vieja escuela” vinculadas al rock progresivo, el stoner y la psicodelia, como a otras similares o cercanas, aunque de reciente cuño.

    Una vez adentro, el novel proyecto de spacerock Escarabajo, interpretaba con vigor algunas composiciones que formarán parte de su placa debut Scarabeus I, más específicamente los temas “Supernova explosión”y “Perdido en el silencio”. Las vestimentas de Alejandro Delgadillo (guitarra y voz), Jorge Avilés (guitarra), Iván Chávez (batería) y Miguel Vázquez (bajo) resaltaban por su estilo netamente setentero, con camisas coloridas, gruesas hebillas, pantalones acampanados y largas cabelleras. Aunque por sobre todo destacaron las firmes vocalizaciones de Delgadillo, junto a las diestras y dilatadas ejecuciones de sus compañeros.

    Al ensamble del insecto, las sonoridades se decantaron por el rock progresivo, el blues, la psicodelia y el jazz en la laureada y también joven propuesta llamada Rostro del Sol. Este sexteto conformado por Mitch García (guitarra), Alejandro Díaz (percusiones), Jorge Trejo (bajo), Cassiel Chacón (batería), Miguel Martell (teclado) y Joel Franco (sax), en todo momento le imprimió a su set instrumental matices de epicidad y grandilocuencia.

    Los preludios extensos, ricos y coloridos, se enlazaban con vívidos paisajes trepidantes y otros más calmos que se antojaban interminables y propios de mundos fantasiosos u oníricos. “Argonne” fue la pieza abridora de aquel acto, perteneciente a su todavía inédita tercera producción discográfica Universo 25. En tanto que del resto de composiciones ninguna pude reconocer a bote pronto y posiblemente también estén inscritas dentro de su álbum pendiente, el cual desde ahora da muestras alentadoras de creatividad y preciosidad.    

    Luego de los conjuntos más lozanos, el veterano guitarrista y cantante Carlos Matta, al frente de la banda Nuevo México, ocupó su respectivo sitio sobre el amplio proscenio. Los blancos y largos cabellos que se asomaban bajo su sombrero, al igual que la crecida barba que le pendía del rostro, denotaban inequívocamente los cuantiosos años transitados por la azarosa senda del rock nacional. En 1975, Nuevo México lanzó su primer LP titulado Hecho en casa y desde entonces se ha mantenido sobre la palestra musical, con una seguidilla de discos y conciertos inmersos en el rock progresivo y el hard rock, volviéndose así un referente viviente.

    De sus robustas manos y entonaciones se despacharon una decena de canciones que recorrieron parte de su discografía. Entre las primeras se contaron “Los tiempos cambian”, “Violencia en las calles”, “Siempre lo mismo” y “Cerámica”. Pero fue con “El talón de Aquiles”, que Matta provocó el aullar frenético de los presentes, al intercalar los riffs de su guitarra Fender con las largas cadencias provenientes de la flauta transversal sujetada a sus hombros (“Una leyenda, relataré / De un personaje, de Aquiles del talón / Aún no puedo comprender / Sin dinero él tener / Cómo lo pudo obtener, Aquiles”).

    Transcurrido el culmen, las últimas composiciones de su intervención (“La radio comercial”, “Escritor” y “En la ciudad”) retumbaron por las acolchadas paredes del auditorio y el cantante se retiró definitivamente del tablado, no sin antes agradecer a sus leales seguidores por las tantas satisfacciones cosechadas durante todo este tiempo.

    Cerca de la media noche, el curtido y fecundo proyecto nuevoleonés bautizado como HUMUS, fundado y liderado por el guitarrista Jorge Beltrán, hace casi cuatro décadas, emprendió con renovados bríos las estridencias emparentadas al stoner y la psicodelia.

    El trío completado por José Luis González en la batería y Arturo García al bajo, cimbró primeramente el foro con una adaptación del tema “Jolene”, interpretada originalmente por la cantante norteamericana Dolly Parton. Posterior a ese denso y estimulante ejercicio de crisopeya musical, le continuaron tres piezas de novedosa manufactura: “Fountain dolls parkour”, “Reflect something” y “Stone core”, las cuales despertaron entre los asistentes encendidas ovaciones que complacieron grandemente a los músicos.

    Al contrario de sus más sosegados y refrenados acompañantes, la figura corpulenta de Beltrán se contraía continuamente en correspondencia a las maniobras que sus dedos ejercían sobre la guitarra escarlata; mientras que su faz, habitualmente sonriente y bonachona, mutaba por instantes en gesticulaciones colmadas de éxtasis, a causa de las potentes vibraciones que emanaban de los parlantes.

    La música de por sí ya imbuida bajo fuertes dosis de acidez, pareció incrementar su concentración y alcance mediante “More animated level lof bad” y “Un tiempo después”. Esta última melodía incluida inicialmente en el álbum “Siéntate y escucha”, de 1988.

    Una vez cubierto gran parte del repertorio preparado para esa velada, la terceta perfiló el cierre de su participación en medio de vítores y agradecimientos con las piezas “Shark ballet” y “Come to your senses”, para posteriormente acercarse a sus seguidores y convivir brevemente con ellos. Así concluyó el grato concierto que logró congregar a varias generaciones amantes del rock pesado, el progresivo y la psicodelia creada en este país.

  • “Hacia la Camanchaca”: un viaje de nostalgia Indie con Simón Lara

    “Hacia la Camanchaca”: un viaje de nostalgia Indie con Simón Lara

    Por más que queramos, el tiempo nunca se detiene, al contrario, la vida sigue pasando frente a nuestros ojos con experiencias nuevas e irrepetibles cada día. En ese fluir de los días, de vez en cuando dan ganas de sumergirse un rato en el pasado y envolverse en la triste alegría de la nostalgia. Para esos momentos neblinosos el nuevo álbum del compositor chileno Simón Lara es el compañero ideal. 

    Artista chileno recién radicado en México, Simón Lara posee una propuesta marcada por sonoridades del rock-folk latino y setenteras, con letras directas que recuerdan a clásicos cancionistas sudamericanos. De texturas indie cálidas, armonías instrumentales fascinantes, melodías deleitables y líricas poéticas para reflexionar, “Hacia la Camanchaca” es un álbum que de principio a fin nos invita a un emotivo viaje nostálgico. Para profundizar más en los detalles de esta producción musical conversamos con su autor, ¡dale play a este discazo y explora con nosotros los datos curiosos detrás de su creación!

    I: Nos puedes compartir una breve semblanza tuya, cuántos años tienes haciendo música, si haz publicado material antes, giras, etc. 

    S: Llevo ya bastantes años en la música. Mi primera banda la formamos en el 2010, se llamaba San McKenzie y la fundamos en Coquimbo, eventualmente nos mudamos a Santiago; con esa banda logramos publicar 2 álbumes. En 2020 inicié mi proyecto solista, Simón Lara, publicando un total de 7 singles y ahora mi primer disco “Hacia La Camanchaca”. 

    I: ¿Cómo nace la idea de hacer este álbum?


    S: En lo personal siempre estoy escuchando discos, si voy a escuchar algo, pongo un álbum, soy de la vieja escuela en ese sentido. Es lo que hago y lo que me gusta. Estuve sacando singles un rato, porque es lo que hay que hacer ahora, pero si puedo elegir prefiero un álbum. Para esta primera entrega quise sacar algo más conceptual, pensando en que funcionara completo, de principio a fin. Un amigo productor me dijo “tu música es para personas que escucha discos”, y me motivó justo a hacerlo en ese formato. 

    I: ¿En qué años salieron estas composiciones? ¿Comparten un mismo tema o periodo histórico? 

    S: Son canciones compuestas de finales del 2022 hasta 2023, lo que tienen en común es que identifican ese periodo en mi vida. Para este álbum intenté hacer canciones que no fueran puros temas de amor, que siempre ha sido un tópico que abordo con mucha constancia; en este caso solo incluí 2 canciones de amor, buscando diversificar la temática. 

    I: Platícanos detalles de la producción, ¿dónde lo grabaron? ¿Cuántos músicos e instrumentos participaron? 

    S: El proceso fue entre 2023 y mitad del 2024, entre grabación, mezcla, máster. Los productores Coco Godas y Seba Casanova colaboraron conmigo para la producción del álbum, en lo que fue un proyecto suyo llamado Estudio Par, en la Colonia Anzures de Ciudad de México. En lo particular tenía la idea de cómo quería que sonara, pero por igual ellos participaron completamente en el álbum; fue algo que hicimos entre los tres, desde los arreglos hasta ciertas melodías, manteniendo la base compositiva y las letras. 

    Los músicos participantes fueron:

    Sebastián Casanova en edición, grabación, producción y percusiones.
    Coco Godas en grabación, producción, mezcla y bajos.
    Vicente Sanfuentes en masterización.
    María Alejandra Granados Medina en la Viola.
    Mariana Cervantes en el Violín.
    Sofía Escaramilla en el Cello.
    Hortensia Fuentes en el Cello.
    Hanny Cortés en el Corno francés.
    Jorge Bolaños en la Trompeta.
    María Natalia en la voz.
    Isamary García en la voz.
    Adilson Da Silva en la Batería.
    Nano Padua en la Batería.
    Giancarlo Bonfanti en el Piano.

    I: Si tuvieras que asociar el sonido de tu álbum con el de otros músicos, ¿quiénes serían? Algo así como “si a las personas les gustan estas bandas, les va a gustar este álbum”

    S: Creo que Coles Corner y Richard Howley, que tienen un sonido cálido y muy agradable de escuchar, además de Los Tres de Chile, que me gustan harto y tengo mucha influencia de ellos. Y los Ases Falsos también son parte de mis influencias, no sé si suene así mi álbum pero me parece que tenemos sonidos en común. 

    I: Cuáles serían tus 3 canciones preferidas de este álbum que te gustaría recomendarle a alguien que no te ha escuchado 

    S: Diría que los 3 singles, que son canciones representativas del álbum, con buenos arreglos. Me gusta mucho una que se llama “La Pajarera”, y ahora que la estoy tocando en vivo es la que más levanta la emoción. 

    Diría también “Me Dejo Doler”, fue una canción que desde el inicio les gustó a los productores y que está muy bien estructurada, fue la primera a la que le hicimos arreglos y a partir de ahí estaba la mano de los tres confluyendo.

    También “La Tregua” siento que es muy importante para mí, es una canción distinta a las demás, es la única con arreglos de piano y cuerdas, con una letra que habla de detenidos-desaparecidos, un tema sobre el hay que ser muy responsables al abordarlo. 

    I: ¿Nos puedes explicar el nombre del álbum, “Hacia la Camanchaca”?

    S: Camanchaca es una niebla que hay acá en mi ciudad, es una niebla que nace del mar, todas las mañanas aparece nublado. Pasa por el lado de los cerros, es una niebla muy de mi infancia, es el hogar. Tiene cierta tristeza, pero lo homologué con el sentido de volver al hogar, volver a la casa, mirar hacia atrás con cierta melancolía. 

    I: ¿Si tuvieras que describir tu álbum en 5 adjetivos cuáles serían?

    S: Cálido, Chileno, Introspectivo, Acogedor, Nostálgico

    I: Algún artista o álbum que quieras recomendar 

    S: Aire al Verso, es un disco de un compositor chileno llamado Trostrigo, que ahora se llama Verdor, lo conocí en el 2015, y de ahí me nacieron ganas de componer canciones, pues se nota que crea con pasión. Lo recomiendo muchísimo.

    ¡No olvides seguir a Simón Lara en sus redes sociales para que no te pierdas sus próximos lanzamientos!

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  • Tijuana Fuzz Festival 2024: El retorno de la distorsión

    Tijuana Fuzz Festival 2024: El retorno de la distorsión

    Tijuana Fuzz Festival se colocó rápido en el mapa hace un año cuando en su primera edición los organizadores trajeron como headliner a las Margaritas Podridas, banda aclamada de neo-grunge/shoegaze de Hermosillo. Este año vimos un cartel muy prometedor y diverso en géneros y generaciones porque los headliners del Fuzz Festival de 2024 fueron Los Dug Dug’s, banda de rock psicodélico, veteranos de Avándaro, pioneros del rock and roll nacional. 

    La entrada estaba ubicada de manera discreta, directamente frente a un carrusel que se instaló en la calle revolución. Un torrente de gente de negro y la lona del evento fueron la única señal de que el ritual del rock se llevaría acabo esa noche. 

    Atravesé el umbral dejando atrás el remolino de luces doradas del carrusel para penetrar en la caverna azul morada de Club Safari, casa del segundo Tijuana Fuzz Festival. La primera aparición 666 fue el display dinámico de la marca tijuanense de de pedales de efectos originales, Paradox Effects. Su espacio estaba abierto al público para samplear su pedales y un easter egg: los gabinetes que usaron para este rincón pop up, fueron de Tamayo, marca mexicana de amplificadores fundada por integrantes de una de las bandas presentes, Vinnum Sabbathi.

    La leyenda del desierto se hace presente con sus riffs de protección para bendecir los pedales de efectos.

    Visualicemos brevemente el venue, porque me pareció muy buena la gestión del festival: Pasando el área de Paradox, se encontraba un tiki bar reutilizado como área de merch (entre la memorabilia hubo Café Fuzz Festival adicionado con Taurina. Lo he washado hoy en día en café Praga). Después del los merch stands, entramos a un área configurada como una letra ‘’L’’ y en cada extremo de la ‘’L’’ se encuentra un escenario de música ya armado. Al fondo del Club Safari, había un área destechada donde había venta de pizzas. Cada 30 minutos se enchufa una banda distinta alternando los dos escenarios. De esta manera la música sonó sin parar y sin cuartel desde las 6 pm hasta pasada la medianoche.

    Abriendo el lineup comienzan los Smokez. Sólo llegué a escuchar su última canción. Me gustó su enfoque experimental, con algo de King Gizzard en la voz. Les siguieron Dogs on the Rooftop quienes tocan grunge contemporáneo, con una escuela muy apegada a Soundgarden, Pearl Jam. Esto es aún más subrayado por su talentoso vocalista.

    La tercera banda fueron los stoner/doom Soul Coven. Me gusta mucho que estos chavos dejan a su bestia interna salir en el escenario. Son muy pesados, muy groovys y los integrantes muestran mucho carisma en el stage.

    Continuamos con Le Ra. Banda binacional reminiscente del grrrl riot de Kathleen Hanna con un vibe californiano. Me dio gusto ver a Le Ra una vez más, teniendo la oportunidad de escucharlos en 2016 en Ensenada (Recuerdo esa guitarra Rickenbacker). Retoman el lineup Sunset Images con un tipo de noise/electrónica con una batería brutal en contraste con la voz inmutable del vocalista.

    Poco antes de las 9 pm subieron a tocar Vinnum Sabbathi, una de las bandas que representa a México en la escena internacional del stoner doom. Su sonido en vivo tienen filo, está perfeccionado y electrizante en sus composiciones ambientales/cósmicas. (Dato curioso: una de las canciones está inspirada en el primer astronauta mexicano: Rodolfo Neri Vela. Ese dato que compartieron me pareció muy cool).

    Posterior a Vinnum, continuó The Fire Mystical, compartiendo sus rolas de desert rock y de ahí escuchamos a Vondré, una banda de rock alternativo mitad mexicana mitad venezolana. Difíciles de categorizar, tienen un sonido derivado en parte del grunge y del garaje. Vondré presentó el show más intenso de la noche, ambas guitarristas y su bajista canalizan la pasión que hay en su música y su frontwoman infunde energía visceral en su cantar.

    La penúltima banda de la noche es Octopoulpe (que me parece bestial poner como actos seguidos a Octopoulpe y a Los Dug Dug’s, es un baño de contraste definitivamente).
    Originario de Francia, Octopoulpe es un one semi-naked man band, pero no te dejes engañar por este dato. Es un ingenioso acto de balance entre humor, videos DIY y música sin fronteras (dato curioso: Octopoulpe ha sido interceptado por la patrulla espiritual). Si te lo perdiste, podrás verlo este 14 de diciembre tocando junto con Mondo Generator y Axxident y definitivamente su show es un must-see 1000%.

    El momento culminante del segundo Tijuana Fuzz Festival fue la presentación del headliner Los Dug Dug’s. Se suben al escenario y un aroma a pachuli proviene del stage. El público rápidamente llega a tomar su lugar en cuanto Octopoulpe acaba de salvar al mundo cerrar su show en el otro escenario.

    Recapitulando, Los Dug Dug´s es una de las bandas que tocó en Avándaro en 1971 (fue el Woodstock mexicano y mi calculadora informa que ocurrió hace 53 años). Este Fuzz Fest se presentaron, solearon y cantaron, hubo baile y las cabezas de los espectadores se menearon. Armando Nava, vestido de camuflaje, en momentos se mira severo y en otros reminiscente. Antes de cada canción nos cuenta un poco de la historia de Los Dug Dug´s y de sus compañeros de banda (Rolas memorables: Cambia, Cambia, Stupid people, La Gente, Smog, Lost In My World).

    Ver en vivo a una banda con esta historia y longevidad (catalogados pioneros) me parece todo un trip porque realmente no es algo común (¡Y por $420 pesos! A mediados de año busqué el precio del boleto para ir a ver a Robert Plant en California y rebasaba los $100 dlls. Patti Smith tampoco se queda muy atrás). Siento que hay algo reconfortante de ver a los artistas de generaciones previas porque a fin de cuentas que son los maestros sino personas que nos muestran hasta dónde podemos llegar y observando a tantos músicos entre la audiencia esa noche, me fue imposible no pensar ‘’Seguramente esto es los que todos desean: no dejar nunca de tocar.’’

    ‘’Como me ves te verás’’ es una frase que hemos escuchado en ocasiones por parte adultos mayores a nuestro alrededor, dicha como una advertencia. Curiosamente la frase me regresó justo en ese momento en loop. Yo creo que en este contexto sí la compro.

    Para cerrar no queda más que mencionar nuevamente que la organización es impecable y lo único que hace falta es que se corra más la voz de este festival, que cuente con el crecimiento que merece. Muchas gracias por leer y no olviden pasarse por los instagrams de los fotografos (Viktor Plissken, Paulina Lazcano) para topar muchas más pics del evento.

  • El experimento de improvisación libre Ensamble Vanguardia 4:33

    El experimento de improvisación libre Ensamble Vanguardia 4:33

    Redacción Polo Bautista. Fotos cortesía de Antonio Cedeño

    Puebla, junio de 1993. Fragmento del manifiesto que enarboló el osado y efímero proyecto sonoro de improvisación libre contemporáneo Ensamble Vanguardia 4:33:

    En nosotros no late la música-basura. No la queremos dar y recibir. Queremos sumirnos en el movimiento ascendente de la espiral, ser la vanguardia, la guardia de adelante para darnos la oportunidad de escuchar los sonidos desde otra referencia… No hay error porque todo es creación. No hay reglas, estas se meten en el camino. La mayoría piensa en términos de melodía, armonía y ritmo cuando se disponen a escuchar música. La práctica musical de occidente nos dice que la música está compuesta de esos tres elementos, pero son solo una pequeña parte de un todo más vasto… Este Ensamble invita a todos los que quieran ver, oír y sentir lo mismo, solo que desde otro punto de vista”.

    Como muchos saben, la música no es asunto fácil, menos aun cuando se trata de composiciones originales y ni hablar de aquello que se ostenta bajo el marbete de “improvisación”, pues esta vertiente pese a que busca la máxima expresión del albedrío musical y al mismo tiempo reflejar el conflicto entre contingencias y pronósticos, no logra permear en todos los músicos, quienes suelen mayoritariamente inclinarse por los más confortables flujos de la norma comercial y popular. Sin embargo, a mediados del año antes referido una camarilla de inquietos jóvenes poblanos se encontraba deseosa por experimentar y aventurarse en nuevos territorios.

    Antonio Cedeño, fundador, contrabajista y bajista del grupo cuenta: “Cierto día estábamos Ricardo Shields (guitarra), Federico González (teclado y sintetizadores) y yo en mi casa, junto con todo el equipo musical de la hoy extinta banda roquera Metáfora. Empezamos a tocar y nos fuimos intercambiando los instrumentos por alrededor de dos horas ¡Fue una locura total! Es una pena que no pudiera grabarse, pero ocurrió espontáneamente. Pensé que eso había sido increíble y teníamos que presentarlo en vivo, por lo cual organicé la tocada en la Casa de la Cultura”.

    Al comienzo solo eran tres instrumentistas, pero a estos pronto se les sumaron Pablo de la Rosa (flauta transversal y saxofón), Carlos Nava (batería), Gerardo Navarro (bajo), Roberto Rivadeneyra (violín), Gustavo Mauleón (flauta dulce) y Rafael Sánchez (efectos de sonido). No se puede afirmar que todos abrevaban de las mismas fuentes musicales, ya que el curioso conjunto oscilaba principalmente entre el rock y la academia. En el caso del guitarrista, baterista y sonidista su impronta provenía entre otras cosas del rock en oposición y el avant prog; mientras que los demás era músicos con formación académica e inclinación por la vanguardia norteamericana y europea. Aunque por encima de esas diferencias se impuso su pasión por la improvisación libre y la experimentación.

    Si bien, el nombre del Ensamble se le atribuye al ingenio del entonces director de la Casa de la Cultura, Gilberto Castellanos, este a su vez se inspiró en la afamada y controvertida pieza del compositor estadounidense John Cage, titulada 4’33”, la cual es comúnmente recordada por exponer precisamente cuatro minutos y treinta y tres segundos de absoluto silencio.

    El concierto en la Casa de la Cultura se efectúo al interior de la Sala Luis Cabrera, un siete de julio de 1993. Así lo atestigua el registro videográfico que afortunadamente realizaron familiares y amigos de uno de los músicos. En él se observa al tecladista González ocupar su sitio sobre el escenario y principiar su ejecución, para después seguirle Navarro al bajo y Rivadeneyra con su violín. A estos le continuaron Shields, Nava, de la Rosa y por último Cedeño, quien fungió como director e instrumentista al mismo tiempo.

    El Ensamble deleitó por casi dos horas a sus invitados, quienes ovacionaron en repetidas ocasiones las maniobras y los diferentes sets exhibidos, mismos que corroboraron las diversas tendencias y gustos de sus integrantes con los sonidos de la vanguardia, el progresivo, la clásica, el rock, un poco de heavy metal y demás. Según el programa, se interpretaron catorce piezas en total, la mayoría composiciones colectivas, otras de Cage e inclusive una de José Alfredo Jiménez.

    A esa exitosa presentación le sucedió una más celebrada el nueve de octubre en el Planetario, con la cual se inauguró el Magno Festival Palafoxiano (antecesor directo del Festival Internacional de Puebla y otros eventos similares). Pese a las satisfacciones cosechadas, el Ensamble Vanguardia 4:33 no prosperó debido a las dificultades que conllevaba volver redituable su ejercicio, pues la propuesta todavía resultaba incomprensible para muchas personas y colegas; sin embargo, luego de treinta y un años transcurridos resulta imprescindible su remembranza como el primer concierto de improvisación libre y el germen de otros proyectos análogos en la Angelópolis.

  • Tecate Peninsula 2024: vamos a revivir el verano

    Tecate Peninsula 2024: vamos a revivir el verano

    Tengo una confesión peculiar: Son pocas las ocasiones en que he escuchado a los artistas de la gran mayoría de los shows a los que he asistido. Será flojera o probablemente un muy mal hábito pero a conveniencia lo miro como que me gusta dejarme sorprender por la vida. Comento esto brevemente porque el lineup de Tecate Península se ha volado la barda este año: Maná, Los Auténticos Decadentes, Allison, Los Pericos, El Mató A Un Policía Motorizado, División Minúscula, entre muchos más artistas y bandas inescapables que han sido fixturas sonoras importantes en la vida de casi todos los mexicanos. En esta familiar pero nueva escena realizamos una curación, una lista, de los artistas que iríamos a ver: Insite, Los Mesoneros, Enjambre, Mon Laferte, El Cuarteto de Nos y Café Tacvba.

    Nos zambullimos en esta gran aventura el sábado 19 de Octubre del 2024. Para ello intercambiamos nuestro hábitat natural del bar cavernoso y ahumado por la amplia y soleada explanada de la Plaza de Toros Monumental.

    Llegamos pasando el mediodía, justo al inicio del festival. Si alguien tiene curiosidad sobre cómo acomodaron tres stages en este punto de Tijuana, aprovecharé este momento para explicar. En la plaza circular de Toros tenemos el Stage Monumental, mientras que la gran explanada que usualmente se usa como estacionamiento ahora contenía los otros dos escenarios: el Stage Península y el Stage Tecate, así como una cantidad de elementos importantes para el festival: una enorme rueda de la fortuna, áreas techadas para sentarse a comer, una larga hilera de puestos de comida y muchos stands pop-up de chelita, pisto y actividades de los sponsors para el público/futuros consumidores.

    Tecate Península es como un último estirón del verano. Ya estamos a mediados de Octubre, pero no importa, el día fue hermoso, despejado, muy soleado y los personajes marinos cute del branding del evento complementaban la ilusión de permanecer en esta pequeña burbuja de verano robado: una mantarrayita, un tiburoncillo martillo, palmeras, delfines, y hasta una lunita feliz en el éxtasis del party.

    Después de reconocer el terreno nos plantamos frente a uno de los escenarios para ver a Insite, la primera banda de nuestra lista. Originarios de Mexicali, Insite trae a la mesa el rock alternativo emo de los 2000s y por lo tanto era lo más afín a nuestra rotación cotidiana de música. Me gustó la particular pasión de la voz principal, así como los acentos armónicos cuando coreaban otros integrantes, las guitarras alternando entre riffs melódicos y otros más heavys, y la intensidad de la batería aumentaba esa sensación de tener un rock alternativo un poco más pesado.

    Entre el set se escuchó tocar Cielos que lloran, Me amarás al amanecer, Piensa en qué, Protagonista, entre otras.

    Aprovecho aquí para comentar un trágico paréntesis, algo muy bobo. Fui al festival con la cámara que tengo, una cámara para venues con un único lente de 50 mm (sin zoom, sin telefoto… ¡no lo hagan!). Sin acceso a las barricadas de fotógrafos, verán a lo largo de esta crónica mis fotos de músicos-hormiga.

    Después de Insite fuimos a comer para estar bien pilas el resto de la tarde. Durante este interludio escuchamos desde el otro extremo de la explanada a Clubz, con sus rolas dance, funkies muy bailables, muy agradables, muy saxys.

    Un punto muy importante que hacer sobre el festival: No sólo los escenarios Península y Tecate están inmensos y súper increíbles, con grandes pantallas que transmiten el show al resto de la explanada, también la música se escucha perfectamente bien desde cualquier punto, así que salir del crowd no representa sacrificar la experiencia auditiva.

    Por otro lado, la experiencia gustativa es amplia: tortas de chilaquiles, tostilocos, burgers, hot dogs, costillas incluso nachos y palomitas del cine. Optamos por un jugoso par de brochetas del puesto chileno porque la proteína llena más que los carbohidratos.

    Los Mesoneros fueron la segunda banda de nuestra lista. Cuentan con un repertorio de bop tras bop tras bop tras bop. Canciones memorables fueron Te lo advertí, Dime como tú quieras y una que en lo personal me pareció muy catchy fue Dos.

    Heartbreakers revestidos de 70s vintage con safari, Los Mesoneros son jóvenes y guapos, con mullets y mostachos e invocan perfectamente ese espíritu de verano robado: son catchys, retro y frescos al mismo tiempo, algo así como MGMT, que se antoja escucharlos en una fiesta de playa, con ritmos de rock muy bailables, poperos y con una personalidad atrevida.

    Para las cinco de la tarde ya había una cantidad significativa de personas en el festival. Nos alejamos del escenario para satisfacer necesidades fisiológicas (error). Al regresar la gente se había multiplicado. Observar a Enjambre (y hacer las fotografías de músicos tamaño hormiga) parecía una posibilidad perdida.

    A la orilla de la multitud, un par de vendedores de cerveza y tragos se preparaban para atravesar las masas. Aprovechamos el ride de los meseros abriendo la multitud, como los carros que siguen a una ambulancia en CDMX atravesando el tráfico de la hora pico, para infiltrarnos nuevamente a un buen lugar.

    ¿Se te acabó tu drink? No hay problema, el alcohol llegará a tí. Desgraciadamente la misma operación no se puede aplicar para evacuar todo este líquido ingerido y uno se ve forzado a salir.

    Héroe sin capa.


    Permite acostarme a tu lado…enemigo ♪ Canta Luis Humberto de Enjambre con voz de crooner, invocando el aura de un dandy mientras se pasea con lentitud por el escenario, cantando baladas de garage rock.

    Con un ritmo firme, intenso pero minimalista, que carga el flow de la letra y la melodía, una nostálgica guitarra con la más ligera de las distorsiones y un showman tan cautivador, la multitud se unió a corear Dulce Soledad, Visita, Vida en el Espejo, Egohisteria, Enemigo, Manía Cardiaca, entre otras.

    Para las seis de la tarde ya habíamos descifrado la técnica ideal para navegar por las masas de personas durante el festival. Los escenarios Tecate y Península no tienen shows simultáneos porque están lado a lado y cuando un artista/banda termina en uno de los escenarios, en el lado opuesto comienza inmediatamente el número musical que sigue. Es entonces que la gente cambia de un escenario a otro PERO es crucial navegar el intercambio una hora entera antes del turno del artista que uno quiere ver de cerca. Fue así como vimos la presentación de Iván Cornejo desde las pantallas, en lo que esperábamos el inicio de Mon Laferte.

    Iván Cornejo es un joven de 20 años haciendo música regional mexicana. Interpretando sus temas con una voz invariable, Iván explora, al igual que otros artistas, las angustias del amor, oscilando entre lo moderno y lo tradicional. Escuchamos un sierreño para el corazón roto, con dedicaciones a la tóxica y al que se quedó solo como perro.
    Desde nuestro lugar escuchábamos los gritos de mil adolescentes, emocionadas por ver a esta joven estrella, mientras sobre el escenario llovieron cientos de estrellitas de confeti de plata en el emotivo final de su presentación.

    Finalmente llegó uno de los momentos que esperaba toda latinoamérica unida, y la verdad es que de Mon Laferte había escuchado únicamente Amárrame, Pa’ Donde se Fue y Tu Falta de Querer (que cantó esa noche) y no estaba preparada para ser cautivada por el inicio de su set.

    Con un fondo aesthetic de azul y nubes, se abre el telón (figurativamente) con Tenochtitlán una balada noir-pop, con un aire de 007 mexicanizado. Sigue con la cumbia rebajada de Te Juro Que Volveré, con un efecto de voz grave (una pizquita de ultratumba) y un ritmo pausado (¿Es acaso esto noir-cumbia?). Escuchamos Pornocracia y Antes de Tí, otra poética balada vintage (con frases irresistibles como: ♪ Transitaba el lado oscuro de la luna ♪) que culmina su coro con un largo juego de notas en ascenso que exhibe el gran talento de voz de esta artista.

    Mon Laferte inunda con feminidad. Siento que es como un gran corazón rojo pero luego la música toma tonos oscuros, misteriosos, melodramáticos que fusionan el pop con salsa y cumbia y porta una personalidad coqueta que evoca a las divas tropicales de las películas viejitas o como una fraulein arquetípica de Ellen von Unwerth: una mujer fuerte que rechaza la timidez, que abraza y utiliza su sexualidad, independiente y creativa.
    Sus visuales son igualmente fascinantes y kitsch (en el buen sentido), sumando teatralidad a lo ya expresivo de su música. A lo largo de sus canciones vemos fondos de de marcos ornamentados rococó, una concha como en el nacimiento de venus, pinturas idílicas del siglo XVIII y miradas llorosas de la virgen.

    Tras Mon Laferte buscamos resguardo en el escenario monumental, donde pudimos apoyar la espalda contra las gradas de cemento mientras mirábamos el inicio explosivo de los uruguayos El Cuarteto de Nos.

    Aquí estoy, esperando que cambie el mundo, comienza a cantar/rappear el frontman Roberto Musso, para luego seguir con el tema Flan, que es igualmente la canción con la que abren su más reciente álbum Lámina Once. En un mega contraste con toda la música anterior, El Cuarteto es un respiro de aire fresco dentro de la saturación de canciones sobre amor y más amor. Es la banda de rock que protesta el hastío que les causa el mundo moderno, el capitalismo, las redes sociales, la religión (gracias a Dios soy ateo, canta Musso en En Lo Malo De Ser Bueno), sus canciones están llenas de letras críticas y mordaces así como de un humor oscuro.

    Pero no hay un refugio adonde correr, Ni una voz transparente en la que creer, Y para colmo, aguantar la publicidad, Del tipo que se ríe mientras comen flan.

    Durante el enérgico set, que fue el cierre de su gira por México, los fans en la zona VIP gritaban una y otra vez ¡Cuarteto! ¡Cuarteto! ¡Cuarteto! Entre la legión una gaviota inflable subía y bajaba con los saltos de la multitud.

    Salimos del área del escenario Monumental para dirigirnos una última vez al escenario Península a ver a la última banda de nuestra lista, Café Tacvba. Reverberaron las últimas y climáticas notas de Tu Falta de Querer en el stage de al lado y se apagaron las luces.

    Para entonces ya tenía un par de horas que había comenzado la segunda parte del festival: La noche. De aquí en adelante inició el party en serio. Se escucharían desde este punto hasta pasada la una de mañana a los músicos que con su labor artística han impactado décadas enteras: Maná, Miranda, Los Auténticos Decadentes, Allison, Los Pericos y por supuesto, la oda a la mexicanidad que trasciende géneros, Café Tacvba.

    Comienzan con la nostálgica María (siento que es una canción perfecta para traer de noche en el carro) y aligeran el mood con Volver a Comenzar, Rubén Albarrán con su icónica voz alta y su famosa autenticidad canta:

    ♪ Si hiciera una lista de mis errores, de los menores hasta los peores, que expusiera todas las heridas, los fracasos, desamores y las mentiras

    A su propia manera, Café Tacvba también son muy cautivadores, como artistas/performers natos y por su longevidad en la escena musical, cultivados. Ellos me parecen no sólo artistas que corren con su arte sin limitaciones, siento que siempre obran en su música en servicio a los demás con un gran gusto por compartir.

    (En un momento César me comenta ‘’Ese vato es bien barrio ¿no?’’ cuando suben a un organillero al escenario para una canción. Más tarde esta pregunta quedaría aplastantemente confirmada con el render de la Chilanga Banda)

    Algunas de las rolitas que escuchamos de la Cafeta fueron La Locomotora, Mediodía, El Futuro, Las Flores y dedicada a los migrantes de la frontera norte, La Bas(e) ( ♪ Por todos mis valedores formando un jardín de flores ♪).

    Ocho horas después de que abrieron las puertas, cerca del final del set de Café Tacvba optamos por partir. La realidad es que ya no somos chavos. Estábamos cansados, viejos y decrépitos, las rodillas nos dolían y también la espalda baja ¡Adiós Tecate Península! ¡Gracias por este día extra de verano lleno de música y calorcito!

    La mañana siguiente, aprovechando mi conciencia despejada post-fiesta, estaba muy emocionada por sentarme frente a mi computadora a escribir esta crónica acompañada de un cereal con leche en mi vaso conmemorativo de Tecate Península 2024, cuando me enteré de que César, al salir del venue, lo tiró 🙁

  • Valgur y su Apocalipsis en concierto

    Valgur y su Apocalipsis en concierto

    Redacción y fotos por Polo Bautista

    “Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.”

    Apocalipsis 21: 8

    Antes de que se formara una pequeña aglomeración alrededor de los productos y mientras el cuarteto local The Brujas terminaba de instalar sus enseres arriba del proscenio, rápidamente me acerqué a la esbelta y pálida joven para que me autografiara unas copias de los LP’s Zapandú (2019) y Armaggedon (2023). Ya trazadas las rúbricas, alguien me comentó que Hugo estaba sentado afuera del establecimiento, aguardando pacientemente y en solitario el momento de su ingreso estelar. Por tanto, salí a su encuentro y de igual forma complació amablemente mi ruego de coleccionista.

    Resultaba difícil imaginar que apenas la noche anterior, los carnales Valdivieso Gurrión (de ahí el nombre del grupo: Val – Gur) se encontraban a casi cuatro mil kilómetros de distancia, más específicamente en el Fonda Theatre, de California, para abrir por segunda ocasión el espectáculo del dúo estadounidense de synthpop Magdalena Bay. Aunque ni el cansancio, las correrías por los aeropuertos o estaciones de autobuses y los imponderables pudieron detener su largamente pactado compromiso.

    En ese y otros tantos asuntos me encontraba divagando, cuando el conjunto conformado por Leo (voz), Rob (guitarra), Eidan (bajo) y Pachi (batería) principiaron su acto mediante las canciones “Escape” y “Scarlet”. Al instante, quedó claro que la mixtura sonora procedente de las bocinas evocaba fuertemente el estilo roquero de los años sesenta y setenta: acordes y solos de guitarra vigorosos, redobles de batería brillantes, líneas de bajo sólidas y una voz juvenil expresiva. Parecía como si alguien hubiera puesto en la consola alguna melodía olvidada a medio camino entre Creedence Clearwater Revival y The Doors, pero con letras al castellano.

    Luego de aquellas composiciones introductorias, prosiguió el que hasta ahora es su mayor éxito y carta de presentación preferida: “La banda del Jar” (“Vámonos a viajar, con la banda del Jar / Tienen juegos & secretos que te gustarán / Adentro en la oscuridad, tu mente cambiará, luces & colores te alucinarán / Pero no, no lo quieres mi amor / No quieres conocer los secretos de la banda del Jar”). Según palabras del cantante, estas y otras piezas como “Caníbal”, constituirán parte de su producción discográfica debut.

    Posteriormente, The Brujas cedió su lugar al tándem principal de la noche. Hugo se abrió paso entre los asistentes hasta el escenario y con él venía una pesada maleta de viaje, de la cual extrajo artículos diversos como una cogulla oscura, varios cables, una Macbook, una interfaz y su inseparable drum machine. Luego de algunos minutos de ajuste, su hermana apareció con micrófono en mano e igualmente se disfrazó a la usanza religiosa. El músico oaxaqueño pronunció cálidos agradecimientos, un pasaje del libro del Apocalipsis y finalmente de sus manos brotaron los temas “Hijos del caos” y “Desbarajuste”.

    Entonces la esencia performática de los Valdivieso se manifestó y enseguida tanto ropajes, como música y líricas se alinearon en un contexto sacro, dramático y anárquico. Trazos de aflicción, creatividad, traumas del pasado, excesos y demás vicisitudes tomaron forma en eso que los hermanos bautizaron en su último disco como Armaggedon. Los dedos rápidos y precisos de Hugo se movían entre botones y perillas, mientras que su hermana entonaba con aterciopelada, aunque pesarosa voz las estrofas de “Vanidad” y “Bola de Oro”. Esta última melodía versa así: “Trifulca en la sala / La cena está puesta / Personas que tragan / Lamentos y quejas / No culpo a mi madre / Entiendo su histeria / Pálidos rostros que se enfrentan, mmh-mmh / Bola oro / Bola oro / El tren gruñó marcha atrás / Pasó por mi ventana / En un vagón niñas van / Con la cabeza gacha”.

    Entre ese alud musical inorgánico conjurado por aquellos dos chicos me cuestioné sobre la naturaleza de su arte, pues ¿dónde encaja? ¿cómo describirlo? Verdaderamente hay en sus composiciones elementos de synthpop, vaporwave, pop experimental e inclusive city pop, pero ninguna de esas etiquetas satisfizo mi curiosidad y entonces terminé por asumir que son dueños de un estilo muy particular; es decir, además del sonido electrónico y el performance que exhiben, también abordan temáticas vinculadas al folclor mexicano, la familia, los conflictos sociales y como ya se refirió varias veces, la fe.

    Con profusas gotas de sudor en la frente y el cabello enmarañado, Elizabeth sacó de entre sus implementos un sucio oso afelpado, el cual sostuvo fuertemente entre sus brazos al tiempo que con muecas infantiles les dirigía a sus oyentes “Muñeca mecánica” y “Máscara de niña”. No obstante, la pareja también optó por ejecutar algunas piezas de Zapandú, por ejemplo “Infancias trágicas”, “Desnudx” y la muy aplaudida y coreada “Vampiro”: “Pobre de mí / Pobre de mi suerte / Desdichadamente tengo mala vida / Pobre de mí / Pobre de mi cuerpo / Ya se muestra enfermo, yo no me arrepiento / Por las calles salgo a madrugar / Toda la ciudad es mi hogar / Por la esquina veo pasar / Desventuras de horror, taloneando por ahí / ¿Tú qué harás cuando Dios se muera?”.

    En el tramo final de la velada, los Valdivieso retomaron las piezas de su más reciente placa y de forma histriónica interpretaron “El castillo de la pureza” y “Armaggedon”. Para la segunda canción, Elizabeth dispuso sobre el suelo una biblia de buen tamaño y sin empacho la apuñaló varias veces con una resplandeciente espada de utilería. El sacrílego acto causó entre sus seguidores la respuesta esperada, puesto que aullaron y aplaudieron estruendosamente. Aunque en contraposición, el semblante de sus preciados artistas ya exudaba agotamiento a causa de la extenuante y dilatada jornada.

    Finalmente y a solicitud del público, la dupla cerró el evento con otro de sus controvertidos éxitos: “El pozo” (“Cuando los demonios me soltaron en el pozo / Salto, salto mortal / Desolador / Tragedia negra / Matiné de terror / Todos callan, qué mal / No aparezco en los diarios / Todos callan, qué mal / No aparezco en la radio”).

    El reloj aún no marcaba la media noche y para muchos quizá era el momento de buscar otras aventuras de parranda, mas en el caso de los carnales Valdivieso eso solo indicaba dos cosas, una cena frugal y una corta noche de descanso en algún hotel local, pues Valgur tenía otra fecha por cumplir al siguiente día, esta vez para el Festival Sinergia, de la bulliciosa Ciudad de México.

  • Los Cogelones, de Ciudad Neza para el mundo

    Los Cogelones, de Ciudad Neza para el mundo

    Por Iván Gutiérrez

    Hay sonidos que los mexicanos reconocemos como parte de nuestra identidad histórico-cultural. Uno de ellos es el soplo de una trompeta, que durante varias mañanas tocase la banda de guerra durante nuestra infancia. ¿Qué pasa cuando tomamos estos sonidos y los mezclamos con cantos mexicas, les añadimos distorsión, coros poderosos y un sonido rockero furioso? Tenemos ante nosotros una de las propuestas de rock mexicano más interesantes de los últimos años: ¡Los Cogelones! 

    Banda originaria de Ciudad Nezahualcóyotl, Los Cogelones son la integración de talentos de cinco hermanos: Vicogelon Chioei Miquiztli (compositor, guitarrista y vocalista), Gabogelon Nahui Cuauhtli (instrumentos bélicos y coros), Betojelon Ce Cuetzpalin (instrumentos pre-cuahutémicos y coros), Marcogelon Chicoace Ollin (baterista y coros) y Adrialón Chicace Tochtlee (bajista y coros). Con una reciente gira por Europa y un disco nuevo en puerta, hace unas semanas tuvimos la oportunidad de escuchar el potente show en vivo de esta banda en el Multiforo 246, ocasión en que aprovechamos para entrevistar a los recién llegados del viejo continente.  

    Iván: Vienen de una gira en Europa, ¿cómo les fue por allá? 

    Cogelones: Fue muy chido conocer el viejo continente, siempre es una aventura salir y conocer, y ahora pudimos compartir también parte de nuestra cultura, no solo con la música sino también con la danza. 

    I: Los Cogelones tienen esta propuesta que rescata mucho de la identidad mexica… y como sabemos acá se vivió un proceso de colonización donde la cultura occidental vino a imponerse sobre la mexica. ¿Ahora que estuvieron por Europa no sintieron conflicto al estar en países con una historia colonialista? 

    C: Allá nos percibieron con extrañeza, pero más con curiosidad. Como fuimos parte de la exposición mexica en un Museo, la onda iba más allá de tocar solo en un bar, era más cultural, y eso también le da más credibilidad a nuestro proyecto. Esa curiosidad los llevó a escuchar nuestra música en el concierto del Museo Quai Branly.

    Hay mucha migración en Europa, mucha gente que justo migra desde esos países que colonizaron, hay migrantes no reconocidos, migrantes muriendo en el mar, también conocimos eso. Fue bonito estar por allá porque a mi parecer les pusimos en perspectiva, hay muchos que siguen teniendo un pensamiento muy colonial, pareciera que los salvajes somos nosotros, y luego resulta todo lo contrario. 

    Independientemente de todo eso, la gente se acercó al arte, el arte rescata a esas ciudades, la gente que andaba en la música era gente muy consciente, muy chida, muy comprometida, muy profesional. Y entendimos que ya no se trata de echar pedo, sino de hacer alianzas, pero también tienen que entenderlo ellos… los artistas lo entienden, y esperamos que esa conciencia siga llegando a más gente justo a través del arte. El arte es el medio para que no nos partamos la madre los unos a los otros.

    I: ¿Cómo se sintieron representando el sonido mexicano en el extranjero? 

    C: Bien bonito, porque no entendían ni puta idea de lo que decíamos, cantábamos en español y algunas partes en Nahuatl y ellos hablaban en francés e inglés, pero cuando terminaba el show y nos bajábamos se acercaban y nos decían “oh, beautiful world music”, entonces eso estaba chido, que se refieran a nosotros como música del mundo, el sentirnos parte no de un país, sino del mundo. 

    I: ¿Ustedes consideran que son herederos o sucesores del rock mexicano? 

    C: No sé si herederos o sucesores pero somos rock hecho en casa, rock mexica, desde morros escuchamos mucha música y por eso tenemos muchas influencias, si bien el género que más nos gustó fue el rock n roll, fue el que se nos hizo el más honesto con la vida, con el mundo y con la forma de ser con nosotros. Y claro que hay influencias del rock en español, a tal grado que consideramos que “Equilibrio” de Los Jaguares es el primer álbum de rock mexica experimental. 

    I: Hoy tocaron canciones nuevas, dirían que fue complicado tocar nuevo material? Ya ven que el público luego quiere escuchar lo que ya se sabe… 

    C: Algo que hemos defendido es que nos vale madre lo que piense la gente de nosotros, creo que lo importante es lo que uno siente, y si a la gente le gusta, pues que chingón. Claro que gracias por sus aplausos, por su entrada, por adquirir su playera, por su sudor, por su slam, pero creemos que todo debe de empezar desde uno mismo, antes de compartirlo con el público. Nosotros fuimos muy felices tocando las nuevas rolas, nos gusta no seguir el manual.

    I: Platíquenos de este nuevo material que viene en camino… 

    Viene un EP de 4 rolas, que son Cosmos, Dualidad, Cascabel (estos tres ya salieron como sencillos) y Yolotl, que se estrena el 27 de septiembre; con esto cerramos el EP para darle la bienvenida a un nuevo disco con 9 canciones más. 

    I: En su show se puede apreciar cómo retoman mucho esta parte ritualística muy de la cultura mexica, ¿viene esto de su familia?

    C: Asistimos al Temazcal, a las Danzas Mexicah, y eso nos despertó el voltear a ver más a nuestros abuelos. Ya íbamos al pueblo y veíamos a nuestros tíos hablar Náhuatl, ya los veíamos sembrar, ya veíamos que le hablaban a las semillas, pero no los comprendíamos. La Danza y el Temazcal nos ayudó a ver esas raíces con más conciencia, entonces agradecemos mucho que estas prácticas espirituales nos abrieran la puerta a esto que hoy trabajamos y procuramos. 

    I: Algo muy importante de los rituales es la creación de comunidad, que siento ustedes transmiten mucho ya desde el hecho de ser todos hermanos… 

    C: Y también desde el mismo nombre, todos somos Cogelones y que levante la mano el que no sea Cogelón. Nos pusimos el nombre que nadie quiso agarrar, pero al que todos pertenecemos. 

    I: ¿En sus letras hay fragmentos que están en Náhuatl cierto?

    C: Sí, se conoce como mexicano. En España hablan español, en Inglaterra inglés, en Francia francés, en México hablamos español pero tendríamos que hablar mexicano, idioma que se conoce como Náhuatl, es el idioma que hablaban mis abuelos allá en Puebla y en muchas comunidades. Hay aproximadamente 3 millones de hablantes. Nosotros hemos estado trabajando para intentar volver a hablarlo, todavía falta profundizar más. Son sonidos de la naturaleza, del alma, del sentir. En el Náhuatl no se habla de lo que no se siente. La misma palabra Nahuatl significa Armonía, y Nahuatlahtolli (como se le conoce al idioma) significa “Palabra armoniosa en movimiento”. 

  • Centro Cultural Casa de la Abuela: baluarte del rock y la contracultura en Xico

    Centro Cultural Casa de la Abuela: baluarte del rock y la contracultura en Xico

    Por Polo Bautista

    Fotos cortesía del Centro Cultural Casa de la Abuela y Walter Palmeros

    Walter Palmeros Hernández es un férreo propulsor y difusor del rocanrol dentro de las paradisíacas tierras veracruzanas. Su gusto por el rock urbano y el punk lo hicieron probarse ante los micrófonos como un feroz vocalista, aunque actualmente coordina y programa la agenda musical del Centro Cultural Casa de la Abuela (CCCA), ubicado en la localidad de Xico. Dicho foro, fruto del esfuerzo y la dedicación del arqueólogo Antonio Lara, congrega y resguarda desde la periferia todo lo relacionado con la contracultura y los géneros afines al rocanrol. Mediante las palabras y experiencias de Palmeros, nos adentramos en parte de su historia, sus personajes y los importantes conciertos que prepara para los siguientes meses -por mencionar, el agendado en noviembre con la participación estelar de Octopulpe-, entre muchos otros temas. 

    Polo: Desde que tuvimos el gusto de conocernos en Xalapa, supe enseguida que eres un auténtico roquero, pero cuéntame más acerca de ti y de tu trayectoria. 

    Walter: Comencé en esto de la música por coincidencia, porque yo no soy músico. Sí me gusta el ámbito, pero realmente me inicié para darle continuidad al rock, aportarle algo a la contracultura y al mismo tiempo difundirla. Así fue como terminé aquí. Yo nací en Córdoba, Veracruz, pero radico en Xalapa desde hace cuarenta y tres años y poco tiempo atrás llegué a la localidad aledaña de Xico, específicamente al CCCA o simplemente Casa de la Abuela. Participé en una banda xalapeña de speed metal punk llamada Veneno para Ratas. Eso tiene unos diez años aproximadamente y después nos bajamos del templete debido a situaciones personales. Actualmente me encuentro apoyando a mi amigo Antonio Rafael Lara Bueno, arqueólogo y dueño del CCCA, para que los eventos como el recién efectuado en Xalapa, con el cantautor cachanilla Juan Cirerol, lleguen más lejos y se descentralice la oferta musical.

    P: ¿Qué me puedes decir acerca de Veneno para Ratas? ¿Cuál fue tu participación en esa banda?

    W: A mí me tocaba el departamento de ladridos. Por ahí de 2014, debutamos en Casa de la Abuela, aunque originalmente yo tenía que atender la barra. Sin embargo, para llenar el cartel musical de esa semana le pedí a un camarada que me ayudara. Yo sabía que él tenía una banda, entonces tocamos esas noches y de ahí para el Real. Poco a poco fuimos abriendo nuestro camino y compartimos escenario con otros grupos punks como Los Heellmaistroz, Ratus, Finlandeses, Cagada de Perro, etcétera. Este último es un conjunto de hardcore oriundo de CDMX. Veneno para Ratas estaba conformado por el maestro Juan Manuel Sánchez (bajo), Vinnie Ebanz Díaz (guitarrista y compositor) y Eduardo Sosa (batería). 

    P: ¿Qué es la Casa de la Abuela? 

    W: Lo abrió mi amigo Lara como un pequeño refugio para el rocanrol, aquí en su comunidad. Reza el dicho: “pueblo chico, infierno grande”. Por lo que ya te imaginarás que es un trabajo bastante arduo mantener el estandarte del rocanrol y sus derivados en una tierra que está acostumbrada a otro tipo de música. Al inicio el gusto por el rocanrol fue netamente rock urbano. Nos ha visitado el cantante de Banda Bostik, David Lerma “El Guadaña”; también Antonio Lira, voz y fundador de Liran’ Roll; el hoy finado Charly Montana, quien convivió con la gente. Pero a raíz de que le entramos a la administración, por decirlo de alguna manera, fue que nos preocupamos por traer otros derivados del rocanrol y progresivamente hemos invitado a más personajes, como fue el caso de Cirerol. 

    P: ¿Cuándo y cómo surgió Casa de la Abuela? 

    W: Fecha exacta de inauguración no tiene, pero existe desde 1997 o 1998. Se ubica en la calle Juárez 34, de Xico, Veracruz. Al arqueólogo Lara le heredaron justamente la casa de su abuela. De ahí el nombre. Entonces, él decidió abrir un espacio seguro para la convivencia de sus amigos y la suya, pero una cosa llevó a la otra y al presente se celebran en este foro talleres de música tradicional, también vienen cuentacuentos e inclusive se realizan comuniones para la gente del pueblo. De igual forma es el hogar de ensayo de tres proyectos musicales diferentes: La Diosa Verde (heavy metal), Primitivos Blues (blues) y El Proyecto X (covers). Estas son las propuestas de Casa de la Abuela y Xico. Las más aceptadas por la pandilla. 

    P: ¿Cómo te vinculaste con este proyecto? 

    W: Yo llegué a Casa de la Abuela porque conocí al arqueólogo Lara en la Universidad de Xalapa. Estudié en la Facultad de Humanidades e Historia, pero por amistades y coincidencias dentro de la escuela, muchos nos conocimos en los pasillos y otros tantos en las famosas palapas. Nuestra amistad se dio como por generación espontánea y se mantiene hasta hoy. Otros camaradas los conocimos en la preparatoria, tal como sucedió con el arqueólogo Cristian Landa Sánchez, quien desafortunadamente fue encontrado sin vida hace un año en Tabasco, mientras levantaba unas encuestas junto a otros compañeros.

    Así fue como Toño Lara, nos invitó directamente tanto a Cristian como a tu servidor y formamos parte del colectivo. Esto debido a que Toño es músico tradicional, más precisamente violinista y maestro en la escuela Cuicacalli, del educador Chino Gómez, la cual se dedica a la conservación de la música tradicional. Entonces pasó el tiempo, me quedé y hace seis años me establecí mejor, ya como como dueño de la agenda y llevando la administración. Todo esto mientras intentamos mantener el proyecto como un centro cultural, abierto y libre. Así seguimos desarrollando el trabajo de mi amigo Toño. 

    P: Supongo que Casa de la Abuela es autogestiva y ustedes administran sus recursos y medios ¿es correcto? 

    W: Acertaste. Nosotros trabajamos de manera totalmente independiente. Los amigos que vienen, a los que cariñosamente llamamos “los nietos de Casa de la Abuela”, se han encargado durante años de sostener el espacio: cambiar tablones, acomodar tejas, etcétera. Ha sido un trabajo colectivo. Mediante los eventos y una pequeña cocina y barra, nos ayudamos económicamente para mantener el espacio. Así funciona, sin otro apoyo más que el propio. En el momento que meten las manos otros tipos de intereses el panorama cambia y se institucionaliza. La cosa no va por ahí, aunque sabemos perfectamente que debemos buscar la parte monetaria para seguirnos moviendo, pero no nos fijamos mucho en eso. 

    P: ¿Quiénes integran actualmente Casa de la Abuela y qué actividades se encuentran desarrollando? 

    W: Somos varios. La mayoría de los que vienen son albañiles, plomeros, carpinteros y demás. Es decir, la banda o las amistades de mi compañero Toño, quienes lo ayudan. Somos aproximadamente unas quince o veinte personas y cada quien aporta lo que tiene o puede. Con respecto a las actividades los conciertos son en estos momentos nuestros eventos más fuertes, pero si hay estudiantes que requieren de internet para realizar sus tareas se los facilitamos. También estamos intentando abrirnos a cuestiones más educativas e infantiles. Ahorita tenemos un proyecto con el ilustrador Donaldo Real, alias Juan Ranas, oriundo del poblado de La Mancha, para realizar posiblemente en octubre una convención o exposición de ilustradores infantiles. 

    P: ¿Qué otros planes tienen para los siguientes meses? 

    W: El quince de septiembre vienen a Casa de la Abuela los cantautores Didier Camargo (CDMX), Cayovago (Cuernavaca) y Marcos Olvera (Xalapa). Esa presentación servirá como preámbulo para el evento de noviembre y al mismo tiempo de noche mexicana. Sus estilos discurren entre Rockdrigo González y Johnny Cash. Los tres son muy buenos. El dos de octubre también en Casa de la Abuela, conmemoraremos a nuestro amigo Cristian, ya que nos lo quitaron por esas fechas, pero del año pasado. Esa noche será más punk, roquera y ruidosa.

    Finalmente el primero, dos y tres de noviembre nos visitará por primera vez el baterista galo-surcoreano Jean Philippe, mejor conocido como Octopulpe, con su proyecto de música y visuales hardcore punk. Para esos eventos planeados en Veracruz, Xalapa y Orizaba nos gustaría organizar un pequeño rave con zona de camping, pero ya veremos. 

    P: ¿Cómo fue el acercamiento con Octopulpe? 

    W: Esa es otra parte de la historia, un tanto más personal. Como punk siempre he tratado de organizar eventos lo más económicamente posibles; por tanto, busco el trato directo con las bandas. Algunas veces he tenido buena fortuna y otras no, pero precisamente debido a ese trabajo fue que pude mantener varias puertas abiertas. Por ejemplo, la amistad que sostengo con algunos miembros del grupo Los Aguas Aguas; asimismo, trabajé con el sello capitalino Bam Bam Records y en otra ocasión una persona dentro de OCESA, me contactó con Los Gatos.

    Para esta última fecha, preguntando y preguntando, di con Juan Cirerol. Cuando este último se fue a los días recibí un mensaje, porque ya había interés de traer al Octopulpe a Veracruz, y fue Juan quien nos recomendó directamente como crew, porque le gustó la atención brindada a su persona y a su equipo, la forma en cómo resolvimos cada uno de los inconvenientes. Entonces, ni modo de quedar mal. Así fue que nos contactó desde Arizona, la gente de Ponchado Records y ahorita estamos trabajando para que todo salga bien. 

    P: Asumo que para fines de este año o comienzos del siguiente se avecinan otros eventos importantes ¿es correcto? 

    W: Claro, pero primero deben resolverse las fechas que tenemos pendientes. Hay trenes que solo pasan una vez en la vida y este es uno de esos. Yo espero que le agrade a la productora de Jean Philippe. Queremos hacer eventos de calidad para Casa de la Abuela. 

    P: ¿Qué expectativas tienen para la fiesta de noviembre? 

    W: Que cada una de las personas que nos acompañe se divierta y tenga la oportunidad de conocer otras propuestas y no nos encasillemos en un solo género. Esa es nuestra principal meta. Que se acabe esa división entre el mismo rocanrol. No es una mera cuestión económica. Con que una, dos o tres personas nos acompañen, para nosotros es más que suficiente. También buscamos la descentralización de la contracultura. Ya llevamos a un pueblito fuera de Xalapa, tanto rock, punk, norteño y próximamente algo de speed con Octopulpe. Por esa parte: misión cumplida. 

    P: ¿Quieres agregar algo más? 

    W: Sí. Independientemente de que toda esta labor es comunitaria, también forma parte del trabajo de vida de nuestro amigo Antonio Lara, quien es el mero nieto en Casa de la Abuela. Este es un esfuerzo que le ha costado mucho y esperemos valga la pena su gran sacrificio. Mientras él nos lo permita y se pueda, estaremos apoyándolo. 

  • ¡De Vuelta en U para el Alicia! Una entrevista con la mítica banda Trolebús

    ¡De Vuelta en U para el Alicia! Una entrevista con la mítica banda Trolebús

    Si hay una banda mexicana que ha logrado ganarse el corazón de decenas de miles de chilangos en las últimas décadas es Trolebús, agrupación legendaria nacida en los años 80s que a través de su sonido rockero y líricas urbanas logró encontrar su lugar en la historia del rock nacional. 

    Si bien se sabe que esta banda tuvo un periodo de inactividad bastante extenso, para nuestra fortuna hace dos años que Trolebús ha vuelto a los escenarios con la alineación de Choluis (vocalista y guitarrista de acompañamiento fundador), Demex García (baterista desde los inicios), Mao Ollin Mayen (guitarra principal desde los 90s) y Ernick Romero Yoshua (bajista desde hace 2 años, también bajista de La Barranca). 

    Como resultado de esta reagrupación han surgido canciones nuevas, grandes conciertos —entre ellos uno en camino en el mítico Multiforo Alicia— y hasta un álbum grabado en vivo, ¡acompáñanos en esta entrevista trolebusera para conocer todos los detalles! 

    I: ¿Cómo se sienten de volver a tocar en el Multiforo Alicia el próximo viernes 13 de septiembre, un espacio tan fundamental para el desarrollo del rock y la contracultura en México, historia de la que ustedes también son pieza clave? 

    T: Estamos expectantes, es un reencuentro, casi desde que se fundó el Alicia nos presentamos ahí tanto en versión eléctrica como acústica. Para mí es muy importante (Choluis) porque ahí conocí a la que actualmente es mi esposa, hace 25 años. El Alicia es un espacio célebre en la Ciudad de México, es histórico, y esta tocada significa ese reencuentro con el Alicia 2.0 —ahora en Santa María La Rivera—, que tenemos hartas ganas de conocer. Este espacio es uno de los más importantes en el rock mexicano, se ha mantenido a flote gracia al ímpetu de Nacho y su personal, por eso nos va a dar mucho gusto presentarnos con ellos y con todo el público para pasarla increíble. 

    I: Platíquenos del nuevo material de Trolebús, De Vuelta en U, que tengo entendido presentarán en el concierto del próximo viernes 13 de septiembre, ¿es una grabación en vivo cierto?

    T: Es un concierto que hicimos hace 2 años en el Circo Volador, se grabó y se lanzó en disco, y ahora estamos lanzando también videos de varias de las canciones. En sí es una recopilación de temas de varios discos, si bien la mayoría están basados en el primer álbum Trolebús en sentido contrario, ya que es el álbum que más interés ha despertado y sus canciones se han consolidado en el gusto de la gente. También incluimos rolas inéditas como “Banco del Diablo” o “Serpientes sobre ruedas”. Son 17 temas con temas clásicos y nuevas rolas; y en verdad estamos muy contentos con el trabajo de ingeniería que hicieron Eliud “Ospi”, Ernie Yoshua y Adolfo Romero.  

    Hay que mencionar que este disco es una producción de Cuatzi Producciones, una productora que crea contenidos audiovisuales de rock independiente, ahora están grabando a muchas bandas, se los recomendamos. En el 2022 nos propusieron participar en un documental que se llama #QueVibraElRock, y nos invitaron a hacer el tema principal del documental —que era sobre los conciertos que se realizaron en los 90s en Chiapas, a través de un colectivo que se llamaba Serpiente Sobre Ruedas. A partir de ahí empezó una relación con esta productora y empezamos a armar conciertos con ellos, y es justo con ellos con los que estamos armando este concierto. 

    I: Trolebús es una de las bandas icónicas del rock urbano en Ciudad de México, ¿cómo han visto la transformación de la ciudad, desde el surgimiento de la banda hasta la actualidad? 

    T: El grupo tiene mucho tiempo, son 4 décadas desde que arrancamos, y en ese tiempo han ocurrido muchas cosas, hemos visto una transformación muy grande. A nosotros nos catalogan como Rock Urbano porque en nuestras canciones hablamos de la ciudad, son anécdotas de la ciudad. De alguna manera nos volvimos cronistas de un tiempo que abarcaron los 80s y 90s. A la actualidad vemos que muchas de nuestras canciones que buscaban reflejar la CDMX de los 80s siguen siendo vigentes, muchos de los temas de Trolebús hablan de la precariedad, de lo marginal, y vemos que la demanda de ese tipo de canción sigue vigente. Claro que ha habido cambios, pero nosotros intentamos ponernos al día, haciendo una canción que sea anacrónica, que cuenta lo que ocurre en Ciudad de México y que perdure aunque sean historias sencillas. Un ejemplo claro es Balada Chilanga, que relata la historia de un exrecluso que se pone a buscar a alguien que fue su chava, es algo que podría ocurrir en esta época, la diferencia podría ser la escenografía, las calles, pero la vida cotidiana sigue ahí. 

    Y bueno lo que sí ha cambiado mucho es el lenguaje, como se expresa la juventud, es distinto a como nos expresábamos en los 80s, por eso nuestras canciones causan interés en gran parte de la juventud, ven cómo nos expresábamos en aquel entonces. La actitud de los morros es distinta, yo siento en los morros mucha desolación, como si ya estuvieran muy conscientes de las grandes problemáticas sociales, la gran desigualdad económica, las presiones laborales, las deficiencias en el transporte público y otras áreas de la vida social. Nosotros sentimos que las nuevas generaciones están bastante conscientes de esta desolación global actual, tal vez por no poder hacer cambios sociales importantes, reforzar instituciones. Por lo mismo, si Trolebús tiene un reto, es entrar en este torbellino de emociones de las generaciones actuales y mediante un mensaje musical liberar su locura, su fantasía, que vuelvan a creer en su corazón y en el amor

    I: ¿Ustedes han percibido una audiencia juvenil significativa que sea seguidora de Trolebús? 

    T: Nosotros en las tocadas vemos que la mayoría son gente más grande, pero sí se ve a uno que otro chavo, sobretodo en El Chopo, donde había bastantes morros que se sabían las rolas, y en plataformas como Spotify tenemos 180 mil oyentes y muchos de ellos son jóvenes, en redes sociales también vemos que nos siguen muchos jóvenes. Creo que se debe a sus papás, que le enseñaron a sus hijos “mira escúchate a este grupo”, y quizás se les hacía chistoso y de ahí nos fueron escuchando. Se van pasando de generación en generación las canciones, de esta manera la música trasciende el tiempo.

    I: ¿Cómo han visto la evolución del rock nacional, qué le falta, qué le sobra, qué hace falta cambiar? 

    Ernick: Es parte de las condiciones humanas, la evolución, cada vez hay mejores bandas y mejores músicos. Para mí el rock es revolución, y eso es lo que siento que se ha perdido un poco, hay bandas musicalmente muy buenas, pero las letras no me dicen muchas cosas, yo creo que sí ha evolucionado musicalmente, hay mejores instituciones y profesores, pero hay una parte fundamental, que es la revolución, el decir las cosas como son, como lo sentimos, y creo que México se ha quedado un poco atrás con eso. Las bandas de Rock son fundamentales para eso, para cuando hay un conflicto social se necesitan esas letras. La magia de Trolebús es que lo dice con buen humor. Falta una lucha muy grande, y bueno se sabe que no somos una gran industria, que hace falta apoyo en eso. Hay muchas cosas por decir por medio de la música.

    Mao: Yo creo que el cambio más importante que percibo es justamente que las mujeres se han apropiado de las calles, de las bardas, de los escenarios, de las pantallas, hay una voz femenina protagonista en movimientos sociales y culturales. Las decapitadas tienen su Cumbia feminista, y el mensaje que trae es totalmente serio, combativo, directo, sin pelos en la lengua, se apropian de un lenguaje para decir que están hasta la madre de tu sexismo, de tu calentura, de tu machismo, de tu falta de respeto e integridad como ser humano. También tienen una canción buenísima punky que se llama “Odio la Prepa”, creo que ese es el cambio más importante que percibo.

    Choluis: Estoy de acuerdo, creo que la presencia de las mujeres en todas las áreas del rock nacional tiene gran auge en esta época. A mí me pasa una cosa muy curiosa, me fui de México en los 90s, y de alguna manera sí me desconecté bastante de la escena, me volví a reconectar hace unos años, y me sorprendió ver cómo han cambiado mucho las cosas, me tocó ver como ciertas bandas se habían convertido en empresas, pero una cosa sí he observado, que los grupos que ya eran masivos en los 90s seguían siendo los Tops, los que encabezaban las tocadas, Molotov, Caifanes, etc. Por lo que me cuentan es difícil para las bandas nuevas abrirse camino, parece que lo viejo se volvió muy importante y se consolidó, pero al mismo tiempo es muy difícil para las bandas nuevas entrar a la escena, y creo que eso ocurre en otros países también, hay otros géneros nuevos en el mainstream y al rock se le mira como algo del pasado, siendo que sigue habiendo bandas de rock buenísimas. 

    I: Platíquenos de lo que viene para Trolebús, ¿hay varios planes en camino cierto? 

    T: De inicio tenemos el concierto en el Alicia, que cierra la era de “De Vuelta en U”, presentaciones que dimos en septiembre de 2022 y 2023 en Circo Volador. De estos conciertos salió material para el disco y también recopilamos material para un documental que viene en camino a cargo de la Productora Coatzi, a quienes agradecemos mucho ya que gracias a ellos Trolebús está circulando en esta nueva era. 

    De ahí vamos a empezar otro ciclo que se llama “Ayer me acordé de ti”. En el 2025 Trolebús cumple 40 años desde su fundación, y para celebrar vamos a realizar una serie de eventos importantes, el principal será un concierto conmemorativo con grandes músicos invitados (ya daremos detalles), y bueno también queremos participar en más festivales de música. Hay varias propuestas de tocadas en México y en Estados Unidos que conforme se vayan concretando las iremos anunciando. 

    Además vamos a publicar un nuevo disco en estudio, a 25 años de nuestro último álbum de estudio, ya está grabada una buena parte y estamos muy emocionados por como está sonando. También tenemos en puerta la publicación de un par de libros: una biografía de la banda y nuestro primer disco en forma literaria, como a manera de cuentos, un disco interactivo con unas formas que no se esperan. 

    Y bueno no quisiéramos cerrar esta entrevista sin invitar a todos nuestros escuchas al evento del Multiforo Alicia, deseamos que nos acompañen y se lleven un gran sabor de oído, por nuestra parte vamos a darles un espectáculo profesional, y así lo seguiremos haciendo mientras la gente apoye al rock mexicano, que es rock de exportación, rock que vale la pena. Trolebús está de regreso y para todos es nuestro corazón y cariño, sobre todo para esa banda que durante 23 años nos estuvo escribiendo para decirnos que le gustaban nuestras canciones. ¡Vamos a luchar todos por el rock mexicano!

  • ¡Noche de grandes canciones con Perritos Panzones y María Natalia!

    ¡Noche de grandes canciones con Perritos Panzones y María Natalia!

    Redacción por Iván Gutiérrez
    Fotos por Lizza Taylor

    El pasado miércoles 21 de agosto el Foro del Tejedor fue sede de un concierto donde se desbordó el talento y el corazón, con los cantautores de Perritos Panzones y María Natalia siendo los anfitriones de una noche que congregó a grandes talentos de la ciudad. 

    La noche la abrió el joven Rembrandt compartiendo un par de sus temas acústicos, para después darle paso a los Perritos Panzones integrado por Karla Monzón y Jorge Vimen. Tras un par de canciones del proyecto estelar siguió la compositora Isabella Gaxiola, quien nos compartió su tema “22 de diciembre”, el día después del solsticio de invierno (el día más oscuro del año), en lo que se trató de un tema para mantener la fé en el porvenir: “Tal vez mañana sea mejor”. 

    La interpretación siguiente estuvo a cargo de la talentosísima cantautora María Natalia, quien compartió sus temas “Semillas del Hambre” y “Torres eléctricas”, canciones de mucho coraje que denuncian los abusos que se cometen contra la naturaleza por “modernizar” los ecosistemas. Natalia, al igual que Perritos en gran parte de su set, estuvo acompañada por Octavio de Moraes en la guitarra de acompañamiento y Abimael Almeida en las percusiones, quienes dotaron a las canciones de estos compositores de gran armonía y ritmo. 

    A continuación siguió nuevamente el turno de los Perritos Panzones, interpretando su tema “Nubia”, una canción de pop con toques latinos que cantada junto a María Natalia llenó la atmósfera de sabor y sensualidad. 

    El siguiente invitado de la noche fue Angel Terán, quien compartió la canción “Amor Fugaz”, una composición nueva sobre los amores imposibles; el músico a su vez agradeció a los músicos estelares y dijo sentirse muy orgulloso de ser testigo de su evolución musical desde hace un par de años. 

    La siguiente en tomar el micrófono fue María Natalia, quien nos cantó “Suspiro de un árbol”, un tema de lamento ante la traición del hombre contra la madre tierra, y le siguió “Devenir”, una balada romántica para bailar un vals de despedida. 

    En este gran concierto no faltaron canciones nuevas de Perritos Panzones, como “Pasos Lentos”, un tema de mucha emotividad en donde la armonía de voces de Karla Monzón y Jorge Vimen alcanzaron una gran sincronía expresiva: “allá voy, pasos lentos pero voy”. 

    Un momento muy especial de la noche fue cuando Ely Moya, cantautora chilena, subió al escenario, y los músicos de Perritos confesaron que en sus inicios tocaban uno de sus temas a manera de cover, dando pie a la interpretación conjunta de “Amor de Paso”

    María Natalia cerró su participación tocando un par de piezas más, “Pechos Violetas” (una canción fuerte que denuncia el abuso infantil en los núcleos familiares, y “Jijijaja”, canción para “imaginar que muere el patriarcado”, un tema con mucho flow, sabor y toques de blues con ese picor sensual que lleva al cuerpo a querer moverse.  

    El Mulu, compositor chileno, fue el invitado final de este gran concierto, compartiendo un tema muy bello sobre la lucidez que regresa a una pareja de la tercera edad con alzheimer. A continuación el músico interpretó “Volcán”, cantado en conjunto con Perritos Panzones esta impresionante canción para desbocar el corazón. 

    Como pieza final Perritos Panzones nos compartieron su tema “De qué se muere el amor”, un tema de despedida para cuando ya no queda más que una sonrisa triste y un adiós. Fue así que cerró un concierto lleno de emociones, grandes voces, talento asombroso y participaciones que dejaron al público lleno de euforia, ¡enhorabuena a María Natalia y Perros Panzones por tan grandioso concierto!