Redacción por Iván Gutiérrez
En este mundo existen energías que no logramos ver, pero sí sentir. Basta con pensar en cuando un ser amado parte anticipadamente, pero su recuerdo, su memoria y su amor sigue visitándonos. En ocasiones los portales que conectan este plano con el otro se abren, y es entonces cuando la magia se libera.
Representantes de la música independiente mexicana contemporánea, la banda Ramona trae para nosotros un nuevo álbum donde estas energías misteriosas se transforman en sonidos psicodélicos, letras melancólicas y vibraciones místicas. Su nombre es “Portales”, una invitación a explorar lo que trasciende nuestros sentidos. Con la curiosidad de ahondar más a fondo en los sonidos, el origen y el concepto de esta nueva entrega musical, conversamos con esta banda tijuanense que tantas grandes canciones nos ha regalado previamente.
Iván: Si bien Ramona siempre ha tenido esta influencia de autores y cantantes del Siglo XX, esas melodías de baladas de los 70s y 80s, siento que en este álbum fueron más allá y realmente fusionaron de forma espectacular su sonido indie melancólico con estas influencias, ¿cómo se llegó a esto en Portales?
Rramona: Portales es un disco muy nostálgico, que habla de la combinación del pasado y de los recuerdos que uno tiene de la vida, y a eso lo acompaña la música. Una influencia muy grande para este disco fue Piero, un artista de Argentina que canta increíble y tiene canciones muy llegadoras, mucha gente podría decir que tiene música muy triste, pero para mí es música muy espiritual, que habla desde el alma.

I: Es un álbum de mucha paz, mucha tranquilidad, lo sentí como un álbum muy reflexivo, en las letras se siente mucha introspección… hay declaraciones muy personales (Murió mi hermano y nació otro igual a mí)
R: No es casualidad que el disco se llame portales. Creemos que la música es un portal hacia las energías que no podemos ver pero sí sentir, dígase los espíritus, las almas. De eso va la canción de “Un Año Más”, de cómo todo es cíclico: la energía no se destruye, solo se transforma. El disco en sí es muy mágico.
I: En la canción de Un Año Más me gustó mucho la incorporación de ritmos que suenan de cierta forma como si fueran de origen africano, oriental o algo similar, ¿es un guiño a Los Beatles en la India?
R: De hecho la canción sí tiene algo ahí medio hindú, es un solo acorde toda la canción, como en los cantos orientales. La canción la grabamos cuatro percusionistas en un cuarto, haciendo todos los ritmos.

I: Un Hombre Invisible es mi canción favorita del álbum, me recuerda muchísimo a Piero (de quien sé eres gran admirador),y hasta a Caballeros del Zodiaco, ¿nos puedes platicar más sobre el origen de esta composición?
R: Es una canción que escribí el día del eclipse solar de 2024, ese día estaba por el centro de Tijuana, llegué a una librería para comprar un libro e inspirarme, compré uno de Pablo Neruda que tiene un poema con ese nombre: el hombre invisible, que habla de cómo este hombre es un ente que está robándose las historias de las personas y de los artistas, yo lo pensé en la manera en que los artistas solo cumplen la función de ser un canal para esas historias que ya están ahí, en el aire. También habla del amor, lo más importante que hay en este mundo, y de los espíritus. Creo que esa canción fue muy importante para el álbum, fue la que definió el sonido.
I: Sobre la producción del álbum, ¿hubo algún reto en particular en esta producción, en contraste con otros álbumes de Ramona?
R: Fue un álbum muy fluido, como que las canciones se hicieron rápido, la temática ya estaba desde el principio. Para mí (Jesús Guerrero) es el mejor álbum que tenemos, se siente feo comprar los discos porque ninguno es mejor que otro realmente, pero por otro lado, se siente bien decir que lo más nuevo es lo mejor, porque esa es la intención: mejorar siempre. Siento que nuestro sonido ha madurado.
Para mí (Dhalia)… siento que este disco tiene bastante fluidez, todas las canciones van de la mano, como que todas están contando la misma historia, es un álbum circular.


I: El arte que han manejado para este álbum es muy interesante, pareciera tener influencias del Mago de Oz, con cierto tipo de magia… ¿quién estuvo a cargo de ello y cómo se les ocurrió?
R: Tiene muchas influencias de los 70s, como Black Sabbath que usaba mucho el ocultismo y los símbolos místicos como propuesta estética, porque de hecho el álbum habla de muchas cosas que están ocultas, de las energías que no se ven pero están ahí, eso quisimos reflejar en el arte. Lo hizo un amigo de Tijuana que se llama Edgar Toroide, gran artista.
I: Me pareció increíble la energía de su show en vivo, hay tantos estilos musicales y momentos diversos en un mismo concierto (melancólicos, psicodélicos, rockeros y hasta grunge), canciones para bailar, para cantar, para llorar… impresionante
R: Como estamos tocando mucho tiempo sentimos que es importante eso, que haya diferentes momentos para que no canse, de repente me ha pasado hasta con bandas que me gustan mucho, que se siente muy monótono el show, y más si es un concierto de dos horas, te puede cansar. También como hemos incursionado en diferentes géneros, es una forma de mostrar la versatilidad de la banda. Y como dice Chuy, la música es como un portal, sentimos que este set es una máquina del tiempo por lo que es Ramona.


I: ¿Qué viene en camino para Ramona?
R: Más música, estamos haciendo dos discos, uno lo estamos grabando y el otro ya lo terminamos de grabar pero sigue la mezcla, el máster, el arte, todo lo que conlleva. Uno es más psicodélico, como de jamms; el otro es más de canciones rockeras, ese lo grabamos en Argentina con Tweety Gonzalez (el “cuarto Soda”). Estamos muy contentos porque ha sido un año de mucho trabajo y mucha música, y nada, ¡gracias a todos los que nos escuchan!
