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Mermelada de Pepino estrena “Sabor a Fresa”
Mermelada de Pepino es el proyecto solista de Pepino, músico, compositor y multiinstrumentista que se destaca por participar en bandas como 60 tigres y Sueño A Marte. Entre sus grandes méritos podemos mencionar que es unos de los primeros mexicanos en hacer una sesión en KEXP Seattlem y que ha compartido escenario con artistas como Mac DeMarco, Inner Wave, Of Montreal , Sky Ferreira, Ariel Pink.
Después de lanzar su primer single Reviéntame, Mermelada de Pepino está celebrando el lanzamiento de su segundo single Sabor a Fresa, producida y mezclada por Marco Romero y masterizada por Juan Sebastián Rodríguez —ganador del Grammy que ha trabajado con bandas como Phoenix, Zoé, Molotov, Temples entres otras bandas importantes.
Para celebrar el lanzamiento de Sabor a Fresa, Pepino realizó un divertido video producido y dirigido por Los Roberto (Julio Horta y Fernanda Navarrete) donde se narra la historia de amor entre un pan tostado con mermelada de fresa y una chica.
“Sabor a Fresa se creó antes de la pandemia, era un boceto de una grabación de audio de whatsapp. Durante el encierro terminé de crear Sabor a Fresa y se terminó de pulir hace unos meses en el estudio de mi productor Marco”, comparte el músico.
Siendo el segundo single de su EP, Sabor a Fresa habla de un amor bonito e intenso, un amor que va demasiado rápido y que no vive en el pasado, si no que se centra en el presente. En sus vibras de indie psicodélico se puede sentir la expresión de disfrutar y tener la dicha de estar vivo, de amar y ser amado.
De acuerdo al autor, las influencias de esta canción vienen desde Mac Demarco, Juan Waters,Tops hasta Men I Trust y Soda Stereo. Su sonido lo-fi con mucho chorus y teclados ochenteros, toques dream pop, guitarras dulces y psicodélicas por seguro te envolverán en un sueño nostálgico que te llevarán a enviársela a tu crush.
Puedes seguir a Mermelada de Pepino en las siguientes redes:
https://www.instagram.com/mermeladadepepino/
https://www.facebook.com/profile.php?id=61558010159158 -
Vive Rock 3era Edición, ¡una vitrina para el Talento Rockero!
Redacción por Iván Gutiérrez
El pasado miércoles 3 de julio el Multiforo 246 se llenó de propuestas rockeras con diferentes texturas y géneros durante la ronda final de “Vive Rock” en su 3era edición, donde los proyectos de Elizabeth M, Mindot, Corintia y Me.zhelle compartieron un set de 30min con miras a ganar este concurso y ser seleccionados como participantes en el Festival Horizonte, organizado por la productora Rock Show Entertainment.
Con 25 años de trayectoria en la producción de eventos, festivales y desarrollo de artistas internacionales, Rock Show Entertainment (RSE) tiene varios años impulsando el desarrollo de artistas emergentes con eventos como “Vive Rock”, una iniciativa de Norma Gasca (CEO de esta casa productora) que arranca en 2021 como una dinámica para seleccionar a bandas que participaran en el Festival Vive Latino.
En conversación con Norma, nos comenta que, si bien RSE se dedica profesionalmente al desarrollo de artistas nacionales a internacionales (Auténticos Decadentes, Los Pericos, Dos Minutos, Lucybell, Los Tres, por mencionar algunos), siempre ha tenido la inquietud de buscar nuevos talentos, razón por la que han decidido abrir vitrinas con el emprendimiento de “Vive Rock”.
“La intención es que las bandas emergentes tengan este espacio para poder acceder a la industria real, que puedan ser escuchados y que el público viva la experiencia de su música”, comparte Gasca. “De esta manera, le ayudamos a la banda ganadora en la gestión de un espacio en un festival grande, que puede ser una gran oportunidad para el desarrollo de su carrera”.
Para esta edición de “Vive Rock” un total de 80 bandas se inscribieron, de las que pasaron 15 a la segunda ronda de votaciones en redes sociales, para finalmente seleccionar a las 4 bandas participantes en el concierto en Multiforo 246. El jurado estuvo conformado por artistas que van a presentarse en el festival, entre ellos Juno (Productor e integrante de La Forquetina), Omar Oriondo (Plutonio de Alto Grado), Marcos Adna (Comisario Pantera), Diego (Fármacos) y la misma Norma, quienes compartieron su opinión profesional sobre cuál proyecto sería el más maduro y apto para ocupar el espacio en Festival Horizonte.
Cabe agregar que en la edición de este año del Festival Horizonte participarán bandas de alto calibre como son Los Daniels, Comisario Pantera, Ramona, Fármacos, Plutonio de Alto Grado y Rubytates, en lo que promete ser un concierto lleno de intensidad que dejará al público vibrando de emoción.
UN MOSAICO DE BANDAS IMPRESIONANTES
Durante el evento tuvimos la oportunidad de presenciar números musicales de increíble talento, y al igual que el jurado de “Vive Rock”, no quisimos dejar pasar la oportunidad de dejar nuestra semblanza sobre estas increíbles propuestas.
Una banda de indie que mezcla ritmos de funk, vibras psicodélicas, reggae y hasta hip-hop, conformada por dos guitarras y un bajo (mismos que alternan vocales en diferentes canciones), teclado y batería. Durango su presentación fue notorio el enérgico grupo de fans que aullaron a todo pulmón sus temas de notables tintes nostálgicos y corazones rotos, tan propios del indie mexicano.
De colores oscuros con un acento de color en el rosa que expresa la esencia dulce pero con actitud rockera de su proyecto, Me.zhelle compartió canciones que mezclan géneros como el glam, pop, rock y funk, con temas de gran potencia armónica ideales para bailar. La potente y texturizada voz de su vocalista recuerda a figuras femeninas como Adele o Los Valentina.
La tercera participante compartió piezas originales que mezclan soul, pop y rock, con su front-woman dejando el alma en las teclas y en una increíble voz que iba de energías feroces a texturas sensuales y cautivadoras. Un show versátil conformado por composiciones dinámicas de gran potencia rockera y temas de armonías suaves en el piano, que a momentos recordaba a músicos de gran talla como Elton John.
La banda ganadora de esta edición de “Vive Rock”, se trata de una agrupación con un sonido muy alternativo, que recuerda a bandas como Zoé, Los Bunkers y los Daniels. De vestuario negro y camisas amarillas, sus guitarristas interpretaron riffs que recordaban a bandas como Franz Ferdinand y su vocalista entregó mucho energía en el escenario, conectando con la audiencia y haciéndola vibrar, saltar y bailar al ritmo de sus temas indies.
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Cantos Gregorianos Renacidos, un álbum indiefolkpunk pa la banda alternativa
La música, ese bello arte que nos lleva a expresar las emociones que a veces nos ahogan. Es en las canciones donde muchos encontramos la libertad para darle salida a nuestros sentires. No pocas veces las letras que acompañan a un instrumento se funden con nuestra identidad, pues narran historias que nos identifican, ya sea de romances que terminan, amores que nos vuelven locos, martirios existenciales que nos angustian o problemas que la vida cotidiana nos arroja.
Si de letras finas se trata, los compositores de folk siempre han tenido la pluma bien afilada. Así lo demuestra el músico ensenadense Ay Gregorio!, quien en días recientes ha publicado su nuevo álbum “Cantos Gregorianos Renacidos”, un total de siete canciones que describen historias de influencia beatnik inspiradas en un estilo de vida alternativo que busca la poesía en lo cotidiano.
Con influencias diversas como Johnny Cash, Chavela Vargas, Juan Cirerol, Leonard Cohen y Nacho Vegas, este músico bajacaliforniano toma inspiración de géneros tan diversos como la balada romántica, la música ranchera, el indierock, el bolero y la tradición rupestre, dando como resultado una fusión contemporánea de country-folk alternativo.
Ya sea para celebrar que la Pandemia no pudo con nosotros, para prenderse un gallo que nos haga olvidar lo abrumador de la existencia o para sentir la melancolía de un amor que termina, los Cantos Gregorianos Renacidos brillan por su sencillez y autenticidad, pues con tan solo guitarra y voz Gregorio nos va llevando por relatos llenos de nostalgia, locura, euforia, amor y mucha, mucha sinceridad.
Bueno, ¿pero por qué estos cantos llevan el adjetivo de “Renacidos”? De acuerdo al autor, esto se debe a que las composiciones del álbum ya habían sido grabadas previamente en una “sesión casera amateur” que en su momento llegó a compartir en plataformas. A tres años de esta primera publicación, y siguiendo el consejo de su amiga Andrea Razo (quien participa en dos temas de este álbum), decidió “renacer” estas composiciones para retratarlas con mejor calidad, trabajando para la ocasión con Jesús Guerrero, productor tijuanense y vocalista de la agrupación Ramona.
El músico porteño agrega que por igual le ha gustó la idea de jugar con referencias de la literatura religiosa, empezando por el término cantos gregorianos —un estilo de canto de origen católico—: “Siempre me han dicho que por el pelo largo parezco Jesucristo. Entonces se me ocurrió que, al igual que el mismo Jesús, estas canciones están teniendo su propia resurrección, su renacimiento. Y si bien es un juego, también dice mucho de mí y de mis raíces familiares (al igual que el nombre del proyecto), incluso la foto de portada la hicimos basándonos en una cruz arriba de una montaña cerca del barrio donde crecí, entonces hay simbolismos por ahí que son parte quien soy”.
Gregorio comparte que el lanzamiento de su álbum viene acompañado de varias presentaciones en Ciudad de México en lo que ha denominado el “Renacido Tour”, gira promocional que inició en marzo —visitando entidades como Sonora, Guadalajara, Veracruz y Puebla— y que se extenderá hasta septiembre, con miras a visitar estados como Hidalgo, Guanajuato, Morelos y el Estado de México.
“La idea es conectar con la mayor gente posible, porque eso es lo que más disfrutamos de este proyecto: el poder que tiene la música para conectar con la gente. Podemos ser completos extraños y de repente una canción nos hermana, y esa sensación me parece extraordinaria, porque nos lleva a empatizar, a conectar, a crecer y aprender a través del otro”.
Seas o no escucha frecuente del folk, la nueva entrega de Ay Gregorio! por seguro se pondrá entre tus estrenos favoritos de este verano, pues sus cantos gregorianos son la compañía perfecta para un viaje lleno de buenas vibras, emociones intensas y sobre todo, historias que sentirás como tuyas.
REDES GREGORIANAS
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Rocky 7, la pasión de buscarse a uno mismo en el nuevo videoclip de Micol Polo
Para quienes gustamos del rock alternativo, el nombre de Micol Polo es sinónimo de experiencia y trayectoria en la escena musical mexicana. Con más de 15 años en la industria, Polo ha formado parte de bandas como 60 Tigres, Enventura, Clubz y Nortec Panoptica Orchesta, compartiendo escenario junto a bandas icónicas como Porter, Of Montreal, Amigos Invisibles, Zoé y Babasónicos, en festivales como Ceremonia, Bahidorá y Corona Capital.
Al igual que la música, los músicos siempre están en constante transformación. En el caso de Micol Polo, la dirección que ha tomado su vocación artística es la de solista, emprendiendo una nueva etapa musical donde sus composiciones nos comparten toda la pasión y creatividad que lo atraviesan.
En la propuesta de Micol se fusionan el rock alternativo, el pop, el indie y el funk, en lo que es una experiencia fresca y contemporánea que logra transportarte a un universo musical que te hará conectar con lo más profundo de tu Ser.
Con dos EPs en camino para este año, Polo nos va soltando poco a poco destellos de lo que será esta experiencia sonora en su nuevo sencillo Rocky 7, un tema que fusiona géneros como el rock alternativo, el dream pop y el shoegaze.
De acuerdo a Polo, Rocky 7 “es una canción sobre vivir la vida al máximo y aprovechar el tiempo lo mejor posible, sobre estar presentes y seguir avanzando a pesar de las adversidades, de mantenerse firmes y buscar realizarnos como individuos lo más plenamente posible”.
Compuesta y producida por Micol en estudio en la Ciudad de México, este tema de vibras alternativas y espaciales nace en colaboración con Pepino, Rodrigo Dávila y Roberto Polo (en la letra), y es lanzado junto con un videoclip dirigido por Marcelo Quiñones, mismo que fue grabado en las Dunas de Chachalacas (Veracruz). Con ciertos toques que nos recuerdan a “El Topo” de Alejandro Jodowosky, este video nos muestra a un ser perdido entre el espacio y el tiempo que busca encontrarse a sí mismo.
Así que si también estás en constante cambio y búsqueda de ti mismo, no puedes perderte la nueva entrega de Micol Polo, Rocky 7.
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Crónicas PortAmérica: Nidia Góngora y Carlos Sadness
Redacción por Iván Gutiérrez
Fotos de Portamérica y Mexicali Music Magazine5pm. Protocolo de entrada y el sol no ha mostrado clemencia este sábado. En el escenario instalado en el Conjunto Santandér de Artes Escénicas Nidia Góngora prende al público tanto como el clima. Una canción y ya estamos todos aplaudiendo al ritmo de sus cantos caribeños. A la tercera pieza Nidia nos regala un canto dedicado a su mamá, de quien tiene un retrato rodeado de flores en el escenario a manera de homenaje por su reciente fallecimiento.
A la mitad de la canción sueltan globos blancos que rodean el rostro afrodescendiente de su madre, y Nidia canta “ay mamá, ay mamá, madre quiero darte las gracias“, y ahí suelta el último globo que se va, se va, se va como la vida se va con el viento. Marimba, congas, bombo y guitarra acompañan la voz de Nidia, “desde el Pacífico hasta Guadalajara”, y arranca la memoria, una memoria de Tikmibktu, que ahora cobra vida y nos hace imaginar una selva tropical donde “pescar su pachimala”.
Originaria de Colombia, Nidia Góngora es una artista de gran potencia interpretativa que retoma el canto tradicional para darle nueva vida al fusionarlo con otros géneros del mundo. En 2019 fue nominada al Grammy Latino como mejor disco de folclor. Viéndola en vivo puedo confirmar lo atinado de tenerla hoy en este festival, pues de su canto brotan flores. Tras de ella hay pájaros azules proyectados en las pantallas con una estética centroamericana-colombiana similares a las portadas de Gabriel García Márquez. Alrededor bailan los cuerpos guiados por el retumbar de los bajos y coros: la gente aplaude, baila y grita con el sabor indistinguible de la música latina.
“Yo quiero hacer una pregunta… ¿A quién no le gusta la plata?“, nos confronta Nidia con billetes en mano, para al momento arrojarlos al público y cantar “money, money, para comprar”. Su vestido de diseños rayados con figuras de colores naranja, café, blanco y negro luce con el brillo de sus collares y aretes, que en su totalidad hacen gran juego con la autenticidad de su música. “Y para todos los que les deben, pueden cantar así: ¡dame mi plata, dame mi plata!”. Concluye el show entre aplausos inmensos de la audiencia, y el sabor de boca que deja Nidia es exquisito.
VIBRANDO CON EL POP TROPICAL DE CARLOS SADNESS
Mientras se aproxima el siguiente show damos una vuelta por los alrededores, donde encontramos varios food trucks con opciones gastronómicas como tacos, elotes, crepas, hamburguesas, choripanes, hotdogs y demás. En los alrededores también hay área de niños y espacios donde sacarse fotos divertidas, así como la necesaria barra de cervezas y más allá un dispensario de vino y otros licores.
Se anuncia el inicio del siguiente show a cargo de Carlos Sadness y más de una chava sale corriendo emocionada para verlo. El músico barcelonés aparece con su característico pelo largo y un ukelele en mano, y los gritos femeninos lo reciben con emoción desbordante. El calor por fin se despide mientras el sol termina por ocultarse tras los edificios. Las canciones Indie-Pop-Tropical de Carlos son coreadas por muchos fans que se la saben de pi a pa. En la pantalla detrás del músico se proyectan videoclips que muestran un convertible de colores rosados. Pehuenche, quien anoche diera una gran sorpresa en el Showcase México, toca la guitarra con Carlos (me imagino que tienen una gran relación tras publicar juntos el tema de “Brillando”).
“El último concierto que di en México fue en Guadalajara… ¿Cómo puede ser que estén tan prendidos?“, bromea Carlos al ver la euforia del público. La gente responde “¡Carlos, hermano, ya eres mexicano!”.
Carlos sigue cantando y en eso se improvisa una buena rima durante el tema de Eres mi Fruta Favorita: “Me gusta venir a Jalisco, por una torta ahogada, no esperaba que hiciera tanto calor, pero la gente de aquí me llena de mucho amor“, el público se enciende. Le sigue el tema de “Aloha”, una colaboración con Bomba Estéreo, y me parece un ejemplo perfecto de la tirada del músico por conectar su sonido indie-español con lo tropical-latino (bien ahí con los curadores del festival al poner antes a Nidia Góngora).
Alrededor se baila y se mueven las caderas. Una chava a mi derecha le da vueltas a su amiga en silla de ruedas, ambas ríen con mucha alegría. Son esas bendiciones de la música. Chicas, hombres, niños y hasta señoras corean “creo que te quiero, pero solo un poco nada más”.
A continuación Carlos termina de ser “mexicanizado” cuando le pasan un sombrero desde el público, el músico agradece maravillado, y extiende su gratitud a sus compañeros: “Gracias a mi banda que estuvo 26 horas sin dormir para llegar hasta aquí“, la gente los llena de aplausos.
Termina Carlos y toca una pausa, pero muchos no se mueven, pues saben que en unos minutos más llegará el show de Jorge Drexler. Nosotros decidimos aprovechar la pausa para acercarnos lo más posible al escenario.
(SEGUNDA PARTE DENTRO DE LOS PRÓXIMOS DÍAS)
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Spotify replica lógicas piramidales “por el bien del artista”. Una entrevista con Julián Woodside
Por Iván Gutiérrez
Julian Woodside es un “ociólogo” de profesión, dedicado al análisis de la cotidianidad desde una perspectiva crítica, con el objetivo de entender cómo el entretenimiento y las industrias creativas configuran nuestras identidades y memorias.
Comunicólogo de formación por parte de la UAM Xochimilco (especializado en Semiótica) con una Maestría en Historiografía (memoria, cultura e identidad) y un Doctorado en Literatura Comparada, las líneas de investigación de Woodside son las relaciones entre medios, cultura, identidades y memorias colectivas. Actualmente se desempeña como profesor de tiempo completo en el Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO, si bien ha impartida varias conferencias en México, Latinoamérica y Europa, y publicado artículos académicos y de divulgación sobre análisis de medios y expresiones artísticas, industrias creativas, y hábitos y tendencias digitales y mediáticas contemporáneas.
En nuestra última visita al Festival Internacional de Música de Guadalajara (FIM) tuvimos la oportunidad de conversar con él sobre algunas de las reflexiones que desarrolla en su libro ¿Distopía o utopía?, en torno a la industria musical en tiempos de globalización y el streaming.
Iván: Platícanos de tu libro “Distopía o Utopía”
Woodside: Voy a empezar desde el final para explicarlo. A medida que iba investigando siempre venía este cuestionamiento, ¿estamos viviendo una utopía o una distopía? Ya que acabo el libro concluyo que depende para quién, habrá gente que piense que el streaming es la panacea y que están geniales las posibilidades actuales, aunque ya hemos vivido este sentimiento hace 10 años con el desarrollo de otras tecnologías, y hemos sido testigos de como eso siempre impacta negativamente en otros contextos.
La idea del libro viene de Mariana Delgado, entonces directora del Centro de Cultura Digital, ella conocía un trabajo que había hecho con la colega Claudia Giménez, que fue para un libro editado por Néstor García Canclini en el 2011-2012, que se llamaba Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales. En ese libro se analizaba la industria editorial, musical y artística, y nos preguntábamos qué pasaba con la digitalización de las industrias creativas. Desarrollamos ideas y a diferencia de lo que todo mundo pensaba sobre ser una revolución digital, concluimos que, si bien estaban cambiando las herramientas, quienes definían toda la estructura seguían siendo las disqueras, los mismos poderes, gente que tiene de 35 años para arriba.
De ahí se detonaron discusiones interesantes. Mariana Delgado estaba trabajando los cruces entre industrias creativas y antropología, en particular el tema de los sonideros. Empieza la pandemia y me dice, oye por qué no te avientas una investigación que actualice lo que hicieron con esta publicación en 2011, pero entendiendo las implicaciones de la post-pandemia y la digitalización. De ahí arrancamos.
Antes había realizado un artículo sobre la Espectacularización del Entretenimiento, que trataba las implicaciones de cómo el encierro por la pandemia devino en que psicólogos, artistas, doctores y en sí todos los perfiles tuviéramos que mediatizar digitalmente nuestras profesiones. Ya no sólo los músicos se promovían en redes, sino también todo tipo de profesionistas. De ahí vino esta idea de entender la digitalización, ya no solo de las industrias creativas, sino de la cultura en general.
I: En el panorama actual del streaming, incluyendo los cambios en la política de pagos de Spotify (donde canciones con menos de 1000 reproducciones ya no monetizan nada), ¿crees que la balanza está más inclinada a beneficiar a las plataformas que a los propios artistas?
W: Totalmente. Lo mañoso es que estas plataformas utilizan el argumento de “es por el bien de los artistas”. Las herramientas, ya lo dijo McLuhan, son extensiones del hombre, y el hombre puede ser un bastardo o hacer maravillas. Pasó hace 10 años con las redes sociales, que empezó esto del Do It Yourself (hazlo tú mismo), y lo que estamos viendo es que nos está yendo muy mal, hay mucho tema de sobreexplotación del artista, porque tienes que generar contenido, atraer a la gente, y subir tu música a plataformas como Spotify que, más que darles libertad, los hacen dependientes de estas plataformas.
A partir de eso hay quienes dicen, bueno es que si sabes utilizarlas les puedes sacar buen provecho, y sí, pero la estructura sigue siendo la misma, no estamos viendo que gracias a estas plataformas llegue a la fama el hijo la tía de la doña de la esquina, seguimos viendo crecer a los que viven en la Condesa, la Roma, etc. En pocas palabras, lo que identificamos es que los agentes cambiaron, pero la estructura y la lógica se quedó igual.
Lo que vimos hace 10 años con el nacimiento de las plataformas fue a la industria diciendo “el mp3 es una basura, el streaming va a hacer más accesible la música”, pero qué ocasionó eso, que la gente ya no posea la música, ya no tienen los medios de reproducción. Todos nos fuimos con la finta de “que bonito poder escuchar la música que quieras donde quieras”, que está muy bien, pero qué implica eso como usuarios y como artistas. Como artista ahora no compites sólo con tu época, sino con toda la música de la historia, además con tendencias súper volátiles porque un algoritmo puede detonar un hashtag y de repente una canción de Nelly Furtado va a explotar y luego una de Peso Pluma, etc., pero eso no beneficia a las industrias, sino a las mismas plataformas, a las disqueras, a YouTube, a TikTok.
Ahora, con esto de las 1000 reproducciones de Spotify, estamos volviendo a este modelo, en el que tienes que tener cierta popularidad, cierto estatus para que monetizes, y eso va anclado a que para eso debes tener ciertos estándares estéticos dictados por Occidente. Aunque pensamos que las plataformas han reconfigurado el juego, están perpetuando las mismas lógicas.
I: En tu libro hablas de la dinámica piramidal que existe en el consumo de la música, donde las plataformas captan comunidades creativas (dígase los músicos), que a su vez deben captar seguidores para subsistir, generando una dependencia piramidal… ¿crees que haya alguna manera de contrarrestar esta dinámica desigual?
W: Lo que está pasando ahorita es que Universal y todas las disqueras occidentales están comprando un montón de catálogos independientes de Asia, Latinoamérica, etc., que son los catálogos que marcaron la memoria de la cultura popular en los 70s, 80s, 90s. Lo menciono porque… la solución no es digitalizarnos por digitalizarnos, es entender cómo podemos utilizar estas herramientas a nuestro favor. Ahora nos enseñan a utilizar las herramientas, no a pensar, es como usar el idioma para ser analfabetas funcionales, no para expresar ideas. En este sentido, creo que lo central es fomentar el pensamiento a partir de estas herramientas, no solo adoptar su uso a-crítico, y esto implica no seguir las tendencias de la nueva tecnología, sino fomentar que desarrollemos tecnologías que satisfagan las necesidades que ya hay. Necesitamos más pensamiento crítico alrededor de las plataformas.
I: En este libro también hablas sobre cómo las plataformas suelen capitalizar las dinámicas de producción de contenido que desarrollan los creadores, porque entre más tiempo pasan los usuarios en las plataformas, más ingresos generan por publicidad, ¿tù qué alternativas vez a este contexto, o crees que como creadores de contenido deberíamos demandar un mayor retorno a estas plataformas?
W: Muchas veces las empresas se justifican con bienestar social, pero es una tapadera. No se trata de si Spotify, Amazon o Apple está invirtiendo para promover la equidad y la inclusión, okay, pero qué tanto también eso implica el que inyecten dinero para formar estudiantes en las comunidades bajo un modelo de negocios que es occidental, o el decirte “no tienes que sonar de esta manera”, hay que contemplar como son dinámicas neocoloniales. En este caso no estamos hablando de arte y entretenimiento, sino de identidades y cultura, desde punketos hasta wirarikas y mayas, sonideros, rock urbano, etc., son identidades y comunidades situadas que se viven, entonces creo que es fundamental responsabilizar, no sólo de las implicaciones, sino de la información que generan y capitalizan las plataformas, porque esa información tiene que ser benéfica para la sociedad, ¿cómo? Transparentando, es decir, tenemos que desarrollar políticas públicas para tener acceso a esa información, porque las plataformas están utilizando a una población, no son usuarios, no son espectadores, es una sociedad que consume cultura.
El problema es que se ha privatizado la gestión cultural, y a la par la legislación global está fuera de la realidad, todo lo que dicen las leyes no tiene nada que ver con lo que estamos viviendo en el día a día. El único país que se ve beneficiado de esto, a grandes rasgos, es Estados Unidos, porque su política cultural está basada en la industria del entretenimiento, pero las lógicas de los demás países no, y estamos manejando la gestión cultural bajo esas lógicas, por eso es neocolonialismo. Si tú me dices que tengo que tener bajo el mismo criterio a Mickey Mouse que a los Sonideros, no estamos entendiendo que son lógicas completamente diferentes. Uno es un producto, el otro es una dinámica cultural.
I: En este panorama de constante necesidad de producir contenidos promocionales, ¿crees que se puede llegar a desarrollar una carrera musical sin jugar este juego de las plataformas? ¿Hay alternativas?
W: Creo que tenemos que observar que lo masivo va más allá de las plataformas. Hay grupos de rock urbano que no tienen presencia en redes y son masivos sin problema. Discos Intolerancia, que en algún momento tenía la mitad del cartel del Vive Latino, no tenían redes sociales. Es importante cuestionarnos, ¿creemos que llegamos a lo masivo solo porque utilizamos redes sociales? Si es así estamos ignorando 100 años de la historia del entretenimiento. Rigo Tovar, la manera en que movió masas sin redes sociales es un claro ejemplo. Nos apantallamos con lo viral, pero esto no ha existido siempre. Hay que preguntarnos qué es “armarla” y descentralizar el fenómeno.
En Latinoamérica pensábamos que si no salías en Televisa no existías, y luego vemos que los conjuntos de regional crean su propia industria y la arman y van de gira y son los que compran los equipos que utilizaba U2 para hacer sus giras, hay toda una lógica industrial que el mainstream nunca documentó, porque esperaban que esto pasara con Thalia y Paulina Rubio, y en realidad está pasando con Intocable y Banda El Recodo. Ahora vemos que explota el regional y les queremos aplicar la misma lógica, no hemos aprendido en 30 años que es otra lógica. Y ellos, estén o no en los tops de Billboard o Spotify, son masivos, porque ya eran masivos en latinoamérica. ¿Qué tiene que enseñarle Hollywood a Bollywood? Nada.
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En las calles del periodismo musical con Enrique Blanc
Por Iván Gutiérrez
Hace unas semanas estuvimos dando la vuelta por Guadalajara, conociendo sus pulquerías, bares, calles, museos, músicos, y claro, también a sus periodistas musicales. Para quienes nos movemos en el medio, el nombre de Enrique Blanc es de respeto y admiración, pues se trata de un autor que durante varias décadas ha puesto en alto el oficio periodístico orientado a lo musical.
Nacido en Ciudad de México, pero radicado en Guadalajara desde temprana edad, Blanc ha desempeñado labores de narrador, editor, productor, conductor y guionista de programas para radio y televisión con temas musicales y literarios. Es autor de varios títulos de periodismo musical, entre ellos su recién estrenado compendio de crónicas “Qué pasa en la calle”. El tapatío ha publicado entrevistas sobre bandas icónicas nacionales e internacionales en editoriales como Confabulario de El Universal, Día Siete, Diario 29, El Acordeón (fanzine del que fue editor), El Ángel, El Financiero, Graffiti, La Banda Elástica, La Opinión, Los Ángeles Times, Milenio, Signos, Trashumancia, Viceversa y Zona de Obras (España).
A continuación, una charla de varios temas que tuvimos con el maestro Blanc, entre ellos la adaptación del oficio periodístico frente al streaming y la Inteligencia Artificial, y claro, una exploración de su nuevo libro “Qué pasa por la calle”.
Iván: En una época en que las masas le dan preferencia al formato audiovisual más que a la letra escrita, ¿tiene sentido seguir haciendo periodismo musical escrito?
Enrique: La profesión ha cambiado muchísimo, y la realidad es que los periodistas han tenido que reinventarse y asumir otro montón de roles, más allá de la redacción. Ahora somos también curadores, gestores culturales, asesores de producciones audiovisuales… la profesión se ha diversificado, y los periodistas ahora también recurren a los medios audiovisuales, ya no trabajan solo la palabra escrita, sino también la imagen.
Y bueno, el periodismo musical sigue y seguirá vivo por varias razones… una es crear memoria. En el afán de estar contando historias, me he dado cuenta de que en la última década se han publicado libros de música como nunca antes, hay un auge muy claro de memorias que escriben los músicos, todo lo que tiene que ver con el rastreo de ciertos estilos musicales, y bueno las biografìas que siempre fascinan. Hay muchos ángulos de esta profesión que a la par que la industria musical también se está adaptando.
I: ¿Cuál dirías que es el rol que le toca desempeñar al periodista musical en tiempos del streaming, en que hay 100,000 canciones nuevas por día?
E: Creo que cada periodista lo asume a su entender y también a su gusto. Yo por ejemplo que he crecido con una generaciòn que tenías más énfasis en el álbum que en el sencillo, me opongo muchas veces a que se haga tanta promoción de sencillos, también hay una falsa creencia de que el periodista musical solamente escribe sobre discos o sobre canciones, que hace reseñas, cuando en realidad hay muchas cosas por hacer.
El rol del periodista musical yo creo que uno lo diseña, es decir, qué quieres hacer, qué quieres contar. Estoy hablando un poco del oficio, no tanto de la monetización o de las posibilidades para desarrollarse económicamente en un mercado como el actual. El periodista musical atiende la actualidad pero también profundiza no solo en el presente, mucho también es el pasado, ya que hay muchas historias por contar. Es curioso que las dos publicaciones más prestigiosas del Reino Unido (Uncut y Mojo) hacen mucha investigación y basan mucho sus historias en capítulos que tienen que ver con álbumes del pasado.
El periodista también se ha vuelto una herramienta importante en las plataformas, porque Apple y Spotify presentan información que trabajan los periodistas. Entre otros roles del periodista musical, en México tambièn se ha desarrollado el de la curación en festivales y la gestión de conciertos, si a ti te apasiona un músico que escuchas en Brasil y lo quieres traer a México vas y buscas a un promotor, un festival, para que lo conozcan por acá. El periodista musical también se puede volver un educador y capacitar a las nuevas generaciones. Con los medios digitales cualquiera puede emitir una opinión, pero la cosa es pensar cuales son las opiniones que tienen cierta profesionalización detrás, que los puede distinguir de esta sobre oferta de blabla que existe en las redes.
El periodista musical también puede ser autor, puede decir “a mí me gustaría escribir estas historias para que sean publicadas en un libro”, más allá de un formato de revista digital o periódico, es decir te abres el abanico de posibilidades para buscar sobrevivir y sentirte valioso en la profesión. La profesión del periodista musical también roza mucho con la actividad literaria, por ejemplo, en la crónica, la parte de narrar y capturar aquello que no se puede grabar en video, lo intangible.
Y claro, como se recurre a la palabra escrita, y ésta tiene un vínculo muy claro con la literatura, en los textos periodísticos puedes hacer uso de herramientas literarias. La crónica se presta mucho porque es narrativa. En lo personal soy muy admirador de Nick Horby, que es un narrador, que recurre mucho a la música, tiene un libro que se llama 31 canciones, que me parece un ejercicio bien interesante de escribir desde uno mismo, en primera persona, y contar un poco tus predilecciones con respecto a lo musical, claro que sustentado en toda la investigaciòn que ha hecho a lo largo del tiempo sobre la música.
Joselo y Meme de Cafe Tacvba junto a Enrique Blanc. Foto: Milenio I: ¿Crees que hay algún género periodístico que tenga mayor peso que otro en lo musical?
E: Los géneros son posibilidades, herramientas, creo que algunas exigen más que otras. El reportaje sería digamos el más complicado, pero de cierta manera también la crónica, que ha tenido mucho auge en los últimos años. Y la entrevista también puede ser un género muy demandante, porque no es lo mismo que entrevistes a un artista o a una banda que tiene poca trayectoria, a que te enfrentes a uno de estos monstruos, como Thom Yorke, ahí tienes que investigar, tienes que ser original con las preguntas, conocer la coyuntura, conocer en qué momento de su carrera se encuentra, cómo se ancla con el pasado. ¿Cuál es el género más complicado? Pues el que tú decidas, porque al final es la exigencia del propio periodista, que tan riguroso y original quiere ser.
I: En esta época en que la Inteligencia Artificial está en boca de todos y que ya puedes pedirle a Chat GPT que te haga una reseña musical, ¿cómo crees que va a cambiar el oficio?
E: Yo en lo personal no he jugado con la herramienta, pero no lo vería como algo dañino. Diría Julio Cortázar, es como un juguete más, me gustaría experimentar por ese lado, alimentar a la IA con cierta información y ver cómo se puede involucrar en tu historia, y aplicar conocimientos editoriales para ver qué te gusta y qué no te gusta. Me parece un juguete para obtener nuevos resultados, puede ser un método de aprendizaje, de cómo construyes ciertas frases y cómo lo hace la máquina y aprender.
I: ¿Cuál dirías que debe ser la frontera entre el periodista musical que es fan de la banda que está entrevistando, pero que al mismo tiempo debe mantener el criterio de serle fiel a sus lectores?
E: Siempre he dicho que prefiero que me vean como periodista musical que como crítico. Dentro de mi carrera he sido muy crítico con algunas cosas, pero a veces no tiene mucho sentido atacar por atacar. Tengo algunas anécdotas de editores que me decían “tienes que decir que tal grupo vale madre”. Yo creo que uno debe tener una distancia horizontal con los artistas, porque también, uno no hace textos promocionales (habrá periodistas que lo hacen, a veces te invitarán y te pagarán por ello y tratarás de ser lo màs objetivo que puedas), pero ya depende de la intención.
En “Qué pasa por la calle” se atestigua como a veces te vas volviendo amigo de los músicos, y a veces esa amistad puede ser que te lleve a pensar “cómo voy a escribir mal de fulanito”, pero tú tomas esa decisión, puedes ser objetivo con elegancia, o ser un hijo de puta. Es tan amplio como cada caso que se te presenta en la vida, hay muchas maneras de tener un vínculo con un músico.
I: Muchos de nosotros hacemos periodismo musical para darle difusión a los proyectos independientes que luego no llegan al mainstream, y muchas veces los lectores pareciera que solo se interesan por lo popular, porque siempre hay esa resistencia por lo nuevo, ¿qué consejo nos podrías dar para despertar el interés de las audiencias por propuestas diferentes, digamos más undergrounds?
E: A veces hay mucha preocupación por atender lo que impacta en el momento. Siddhartha iba a mi programa al principio, cuando sacó su primer disco, lo entrevistaba y era un Don Nadie, y durante todos estos años yo le he dado seguimiento. En ciertos momentos me parece extraño que no vuelva a mi programa, pero yo lo conozco y tengo una amistad con él, y entiendo que de repente su agente piense que ya es para que aparezca en otros programas. A mi no me importa, porque siempre hay otro que está viviendo ese momento, no puedes saber si la persona que estás reseñando, cubriendo o entrevistando va a ser hacia el futuro, nadie sabe.
Se habla mucho ahora del caso Peso Pluma, dicen que está arriba en Billboard, yo tengo tres décadas de que lo que está arriba en Billboard me vale madre. Uno tiene un gusto musical al que debe obedecer, eso es fundamental, ser fiel sobre lo que te gusta, escribir sobre lo que te llama la atención e intentar que una o dos o mil personas lo lean y escuchen a ese artista, y así se cierre el círculo, no importa si es un grupo que se fundó ayer o es un grupo que lleva 40 años y a lo mejor todavía no lo conocen. Está el caso de Sixto Rodríguez, completo desconocido y de repente un documental lo puso bajo los reflectores. Uno nunca sabe qué va a pasar en el futuro, pero sí sabes qué te gusta. Cuando escribes de alguien que alimenta tu pasión, los textos son mejores.
I:Platícanos de tu nuevo libro “Qué pasa por la calle”, entiendo que es un compendio de encuentros con diversos músicos a lo largo de los años, cómo decides ensamblarlo de esa manera…
E: Y tenía algunas crónicas escritas, y de repente vi que se podían agrupar, eran tres o cuatro (en realidad hay muchas otras crónicas que he publicado que no están en el libro), y de repente pensé que también me gustaría contar estas historias que nunca he contado. La mayoría son crónicas inéditas, como el seguimiento de la relación con Manu Chao. Es un libro con muchas anécdotas a lo largo del tiempo pero que tienen una unidad, los encuentros de primera mano con los músicos.
I: ¿Te consideras a ti mismo un periodista gonzo?
E: Sí, de cierta manera, porque tengo muchas influencias. Mucho de lo que tiene este libro es de un periodista que ha leído a los Beatniks. No he hecho los textos con el impulso gonzo inicial, a lo mejor algunas crónicas pueden ser consideradas gonzo, pero no lo he hecho con ese ánimo.
I: ¿De dónde sale el nombre del libro?
E: Es el estribillo de una canción de Mano Negra. Cuando hago la cobertura de la relación con Manu Chao hay un verso de Guayakil City, una canción que me gusta mucho, que dice “oye pana, qué pasa por la calle; nada no pasa nada”, y me pareció que la frase aplicaba al concepto del libro.
I: ¿Con qué mirada le recomendarías acercarse a este libro a alguien que quiere incursionar al periodismo musical?
E: Bueno con la idea de pensar que es una carrera a largo plazo, justo como la música, si quieres figurar tienes que estar ahí picando piedra un rato, en el periodismo también, este libro es una cosecha de más de tres décadas de estar ahí como un aficionado. Yo inicié escribiendo periodismo musical para una radio en Guadalajara, haciendo guiones a un programa que salía los viernes que se llamaba “Territorio”, hacía investigación, elaboraba textos, y un locutor leía eso, y de ahí me gustó.
Enrique Blanc en su programa #RadioAlCubo, transmitido por la 104.3FM y radio.udg.mx Entonces cuando me fui a vivir a Los Ángeles y venía todo el fenómeno del rock latino, Los Caifanes, Soda Stéreo, Duncan Dhu, hicimos un fanzine para hablar de lo que nos pasaba. Cuando me mudé mi vida cambió radicalmente, porque aquí en Guadalajara era escuchar Serrat y seguía a Gerardo Enciso cuando tocaba cada semana, más allá no pasaba nada, y en LA pasaba todo, veías a Sonic Youth en un sitio y al día siguiente venían los Fabulosos Cadillacs, entonces empezaron a haber muchas historias por contar, era el boom del rock latino, explotó la Maldita Vecindad e hicieron su primera gira por EEUU. Creo que ese es otro consejo, si donde vives no suceden las cosas que te gustaría contar, múdate, busca un lugar que te inspire y donde suceda lo que te interesa.
I: Recomiéndanos tres proyectos que estés escuchando ahorita
E: Me ha gustado mucho CKovi, de aquí de Guadalajara, me llamó mucho la atención desde un principio, investigué lo que hace y la tuve en el programa de radio, y cuando vi su show en vivo me pareció una chica con mucha cabeza y una estética muy madura, con mucha personalidad.
Soy muy fan de los Fontaines D.C., son parte de un movimiento de rock británico en el que estarían también incluidos Shame, Idols, son un poco hijos de los Arctic Monkeys. Fontaines tienen tres discos increíbles, es una agrupación con mucha escuela, es el relevo de varias décadas de música británica.
Me gusta mucho también la música brasileña, estoy muy metido en ella, y en FIMPRO tuvimos hace unos años a una artista buenísima que se llama Luiza Lian, que sacó un disco buenísimo, me parece que lo hace muy bien.
I: Recomiéndanos una banda tapatía para escuchar mientras caminamos por Guadalajara, para sentir algo del pulso de la ciudad
E: Me gustó mucho en su momento Baltazar, era un trío que hacía el vocalista de Technicolor Fabrics, sacaron una serie de EPs que resumen en un álbum, ahora hay una derivación de ese proyecto que se llama Bajo el Roble, me parece muy interesante su propuesta. Otra banda muy buena de Guadalajara es Ray Coyote, me gusta como hacen todo desde la independencia y la autogestión, hacen rock con mucha potencia y convicción.
Escucha el programa de Enrique Blanc “Radio al Cubo” desde el siguiente enlace:
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Rosas: renovando la trova desde la experimentación sonora
Por Iván Gutiérrez
Escaparse al bosque, caminar al lado del río, ver el sol filtrarse entre las hojas de los árboles, deslizarse por la quietud del ahora y adentrarse en las ramas profundas de uno mismo. Este viaje introspectivo hacia nuestro propio bosque interior se manifiesta cuando Víctor Rosas toma la guitarra y empieza a cantar. Actor, autor y músico, Rosas es un cancionista de Neo-Trova, Trip-Hope, o simplemente Pop Experimental, cuya propuesta nace a partir del juego y la experimentación dentro del teatro, el performance y las artes escénicas, áreas en las que se había venido desarrollando desde muy joven en Culiacán.
Inspirado por el fado, la bossa nova, el folk, el trip hop y la música experimental en general, así como por la nueva poesía mexicana, este artista sinaloense acaba de liberar su nuevo material “Santo o Remedio”, una mezcla de emociones y géneros musicales que van desde el trip hop, la neo trova y el folk, pasando por la cumbia down beat, el r&b, soul, techno, y la música electrónica, pero sin dejar de lado lo experimental y la búsqueda incesante de su propio estilo en cada propuesta.
Con amplias ganas de conocer más a fondo la propuesta musical de este músico mexicana desarrollamos la siguiente conversación con él acerca de su nuevo álbum.
I: ¿Cómo describirías los sonidos de lo que llamas Neo-Trova?
R: Viene de un género que yo me inventé al momento de tener que ponerle género a mis primeras canciones, que ha ido evolucionando a lo que llamo pop-experimental. El trip de la neo-trova viene mucho del movimiento de cantautor, del trovador contemporáneo, hubo un punto en el que hubo un movimiento de “la nueva canción latinoamericana”, por ahí de los 80s, con exponentes como Atahualpa Yupanqui, Amparo Ochoa, que conectaban con músicos como Violeta Parra, Victor Jara, Gustavo Pena, había un montón de cantautores.
Mi trip está inspirado en ese viaje de la tradición de autor, y de la trova contemporánea. Esta trova que empecé a hacer, tiene que ver con la canción de autor, pero desde una perspectiva más contemporánea, viene de ahí, es una fusión, también le puse trip-hope, porque contiene disidencia y esperanza. Podría resumirlo en que es una trova nueva, con sonidos de otros géneros que he ido incorporando.
I: Platícanos de tu nuevo álbum “Santo o Remedio”, ¿por qué este nombre?
R: Es un álbum en el que he estado trabajando tres años. En el camino trabajé con otros artistas, co-escribiendo temas. En ese periodo también estuve haciendo música para teatro con una compañía de Guadalajara, Arrogante Albino, con ellos hicimos una memoria de la disidencia sexual. Originalmente el disco iba a ser un EP, pero terminó siendo un álbum completo, porque superó la duración. Son un total de 10 temas, con algunos que fueron saliendo como sencillos.
El álbum es un juego con la música, porque para mí, aunque me preocupo mucho las letras de las canciones, sigue siendo un juego, experimentar con mi persona y con la música, sigue siendo algo muy personal, que parte de vivencias mías y procesos personales. Santo o Remedio es un viaje entre la trova, la milonga, pero también toques de regional mexicano, tiene trip-hop, R&B, downtempo, es un viaje donde se puede apreciar lo que llamo pop-experimental.
I: Mencionas que este nuevo álbum integra diversos géneros, ¿de dónde sale esta inquietud por hacer un álbum ecléctico?
R: Viene de ser consecuente. Aunque me siento heredero de lo moderno-trovador, también soy de esta época, en la que se consume todo en chinga y donde hay muchos cruces de géneros. Para mí era importante desprenderse y explorar otros sonidos, no tanto por pertenecer a algún nicho, sino para jugar con mi forma de cantar y escribir. Siempre hago las cosas con la idea de que me terminen de gustar a mí, y que la gente pueda escucharme en los diferentes moods que hay en un espíritu humano.
I: ¿Qué fue lo que más trabajo te costó en este álbum?
R: Cuando eres independiente y autogestivo, muchas veces no es tan fácil liberar todo de una. Hay que pagar másters, el productor, etc., entonces pasó algo de tiempo antes de lanzarlo, porque quería que saliera acompañado de videoclips, y juntar equipos de trabajo para eso es tardado y costoso. Esa es la barrera con la que de repente me topo, hay que hacer shows para juntar varo y seguir produciendo música, pagar renta, etc., la autogestión siempre implica esa barrera. No se me hizo difícil, pero hace que los procesos sean un poco más lentos, pero igual lo disfruté muchísimo.
I: Cuéntanos de tu nuevo videoclip “Temporal”
R: Esta canción es el epicentro del álbum, es como volver a la raíz de lo que siempre he hecho, con otras influencias. Es muy especial porque esta idea la imaginé desde que estaba haciendo la canción, un roadtrip con amigos para ir a enterrar un libro en un bosque. Está inspirado en el cine de Michel Gondry, de vibras oníricas, también es un guiño a un videoclip de Bjork (varios de sus videos los ha hecho Gondry), que termina con ella encontrando un libro en el bosque.
I: ¿Cuál ha sido tu mayor reto como músico independiente?
R: Seguir produciendo, creer en mí a través de los años, ha sido un proceso de maduración como persona y como artista, son muy diferente los procesos en cada etapa, el trip de salir a tocar, de valorar lo que hago. El reto ha sido seguir siéndome fiel y buscar espacios para compartir lo que hago sin necesidad de estar peleando un lugar en la escena independiente mexicana, que es basta pero también especial; ha sido eso, seguir haciendo lo que hago con fidelidad.
I: ¿Por qué decides mudarte de Guadalajara a Ciudad de México?
R: Lo hago en busca de nuevas posibilidades para el proyecto, para conectar con más artistas del indie y del arte en general, tanto artistas visuales, ilustradores, gente de producciones audiovisuales, y tocar en nuevos espacios. Amo Guadalajara y podría vivir toda mi vida allá, pero sentía que ya era una necesidad el migrar para crecer, para seguir conociendo gente, tocar con nuevas personas, y claro buscar acercamientos a nuevos productores, nuevos estudios, grabar nuevas canciones. Hay muchas oportunidades con medios digitales, radio, revistas internacionales, hay mucha movida acá. Vengo con el impulso de crecer.
I: Planes que nos quieras compartir
R: Me voy dentro de unos días al sur de Latinoamérica, a Argentina voy un mes, a realizar un mini-tour y grabar algunas cosas, a inspirarme con los músicos de allá, me gusta mucho la música argentina. Al volver seguiré tocando en México, con el plan de visitar estados de la república desde la autogestión, entre ellos Michoacán, Colima, Chihuahua, Jalisco, Querétaro, con el tour de “Santo o Remedio”, y al final del año espero poder tourear con músicos, estoy tratando de armar un ensamble de músicos para que toquen conmigo en escenario. Toda la información la iremos compartiendo en estos meses.
Conoce más a fondo la propuesta musical de Rosas en sus diferentes plataformas:
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¡Mazapank, un canto ranchero-alterado pa los enamorados!
Cuando uno está enamorado no sabe muy bien lo que hace, de repente todo es locura, romanticismo y endorfinas guiando nuestras acciones, orillándonos a querer buscar al ser amado en cada momento, y a veces el frenesí es tanto que en la borrachera le podemos llegar a pedir matrimonio a esa persona… ¡con un mazapán!
Así podríamos resumir el feeling del nuevo sencillo de Ay Gregorio, Mazapank, una canción de vibras ranchero-punkas para todos los que se han enamorado de una chava alternativa. Con una letra cómica y un mood acelerado este canto gregoriano nos lleva por “una aventura desdichada con el tiempo hecho pedazos” donde el corazón podrá terminar tan destrozado como un mazapán, pero las caguamas, las sustancias y las fiestas siguen bien firmes.
De acuerdo con el compositor ensenadense, Mazapank es el 2do sencillo del “renacimiento” de sus cantos gregorianos, refiriéndose al relanzamiento de su primer álbum “Cantos Gregorianos”, ahora regrabado por Jesús Guerrero (Ramona) y cuya publicación será en junio del presente año.
A la par de este lanzamiento Ay Gregorio presenta fechas nuevas de su “Renacido Tour”, mismo que dio inicio en marzo con shows en Guadalajara y Nayarit y que tiene en puerta destinos como Hermosillo (Sonora), Tijuana, Mexicali y Ensenada, al igual que Ciudad de México, Puebla y otras entidades del centro del país para promover el lanzamiento de su álbum.
Puedes escuchar Mazapank en todas las plataformas de streaming. Te dejamos a continuación las redes sociales del músico para que no te pierdas sus próximos cantos gregorianos renacidos.
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El Kaural, mezclas fronterizas de post-rock psico-apocalíptico
Redacción por Iván Gutiérrez
Guitarras pesadas, escalas y distorsiones post-rockeras, una voz que va desde un sonido arrullador hasta gritos potentes que auguran un apocalipsis, armonías con efectos que te transportan al espacio. Como una fusión de múltiples géneros y una puerta a diferentes dimensiones sonoras es como podríamos definir a El Kaural, proyecto tijuanense que nace en el verano del 2020 con la intención de crear su propio universo musical, inspirados en las amplias variaciones que el rock puede alcanzar.
Con una serie de exitosos lanzamientos publicados en el 2023, estos músicos fronterizos vuelven a la carga con su nuevo sencillo “Si te dejas caer”, una poderosa y pesada obra de gran armonía que publican con una sesión en vivo grabada en el emblemático Teatro Zaragoza de la ciudad de Tijuana. Intrigados por saber más de esta interesante agrupación decidimos entrevistar a Alvaro Macías (Guitarras y bajo), Nestor López (Voz y letra) y Christian Corona (Batería y percusión), fundadores de El Kaural.
I: ¿De dónde viene el nombre de El Kaural?
K: Es un nombre inventado, que viene armado de la palabra Ka, que en cultura egipcia hace referencia al destino y el alma —aquello que te hace humano, la parte creativa del espíritu, del término aural, que se trata de una palabra compuesta a la que le puedes encontrar diferentes significados. Para nosotros significa el lugar de donde viene nuestra creatividad, el lugar donde convergen nuestras ideas y sensibilidades, pero también nos gusta dejar el término en cierto grado abstracto, para que cada quien interprete lo que encuentre en la palabra.
¿Cómo nace El Kaural?
La banda nace en el 2020, dos de nosotros (Alvaro y Christian) ya tocábamos en otras bandas, y teníamos ideas instrumentales en mente. Eventualmente platicamos con Néstor y nos fuimos conociendo musicalmente, y nos dimos cuenta que encajábamos muy bien. Desde el inicio queríamos hacer algo diferente, no caer en una corriente específica, porque todos tenemos nuestras influencias, que se mezclan muy bien al momento de querer crear algo nuevo. El proyecto en sí nace de una inquietud por componer algo que no veíamos en la escena, eso fue lo que nos unió y ha sido el motor desde el día uno: que todo sea lo más fluido posible pero con objetivos claros, que surjan primeras ideas y que la música nos sorprenda, dejando que las canciones nos lleven.
¿Cómo ha sido la experiencia de estos primeros años como banda?
Ha sido un proceso de generar el concepto de la banda, de armar nuestro propio estudio, de acoplarnos unos con otros y darle imagen al proyecto. Sabíamos que para hacer lo que queríamos, teníamos que hacer el camino un poco más largo para solidificar bien el concepto de la banda. En diciembre del año pasado fue nuestra primera presentación, tocamos en Black Box de Tijuana, y la verdad nos fue super bien, había amigos, familia, y después de eso tocamos en la terraza de Cervecería Insurgente, con eso arrancamos una etapa de tocar en vivo.
Parte del concepto inicial fue crear la música en estudio, para ir encontrando a nuestro público, por eso en estos primeros años estuvimos sacando sesiones en vivo, y hasta hace poco empezamos a tocar en vivo. Digamos que nuestros objetivos nos llevaron por un camino musical no tan convencional, por eso pudimos experimentar. Como nos conocimos durante la pandemia nos dedicamos a entrarle de lleno a la producción musical y audiovisual, y luego buscamos una estrategia de redes para difundir lo que estábamos haciendo. Todo esto empezó a tener muy buena respuesta en redes, y ahora tenemos una audiencia importante en Centroamérica y Sudamérica.
Platíquenos de la propuesta sonora de El Kaural, veo que es un sonido pesado y progresivo, pero con una voz muy melódica… ¿Cómo llegan a esa mezcla?
De una manera muy genuina, es una expresión de quienes somos, somos melómanos pero no tenemos esta intención de buscar un género o estética fija al momento de componer, dejamos que la música nos vaya diciendo a donde ir.
Nosotros, por estar en frontera, estamos muy expuestos a la música de EEUU, por ello tomamos mucho de bandas norteamericanas, pero a la par escribimos las letras en español para hacer que la música sea digerible y muy clara, buscando que refleje nuestra identidad fronteriza, tanto lo norteamericano como lo latino. Al momento de trabajar las sesiones hay diferentes instrumentos, tal vez una canción necesita un piano, otra un saxofón, la canción lo pide al momento de crear, lo que le quede con tal de complacer a la canción.
¿Hay influencias que compartan todos los integrantes del grupo?
Hay influencias individuales y colectivas, que es lo que genera la riqueza musical al estar componiendo. El Kaural es multifacético, ahorita suena más progresivo, de repente se puede escuchar tipo Porcupine Tree, luego hay algo de post-rock ahí que remite a Explosions in the Sky, Caspian pero también el rock clásico como The Doors, y en la voz hay desde letras al estilo Bob Marley hasta melodías tipo José José. Creo que todos tenemos una variedad de gustos, escuchamos desde trova o metal hasta bossa nova, y todo eso de una u otra forma termina fluyendo por nuestro sonido.
Cuéntenme del nuevo sencillo que están estrenando y su respectivo videoclip, “Si te dejas Caer”, ¿fue grabado en un teatro cierto?
Sí, la grabamos en el teatro Zaragoza, el primer teatro de Tijuana. El video lo grabó Casa Productora Medusa, como la canción tiene un aura teatral y experimental escogimos el teatro, nos llamaba para esta producción. La producción nos hizo crecer bastante, aprendimos muchísimo… ese día llovió muchísimo y el agua se metió super cerca de la consola, por suerte logramos resolver todo y a pesar de los inconvenientes que se presentaron lo logramos sacar adelante. Decidimos grabarlo en blanco y negro y con un público vacío, creando como una sensación de misterio y drama, algo muy de la pandemia.
¿Cómo nace esta composición?
Nace de un jamm. Al principio tuvimos un periodo donde estuvimos meses grabamos muchas canciones, de ahí sacamos un banco de rolas para trabajar, y ahora cuando toca producir vamos a ese banco y escogemos. Nos gustó la intención de esta canción porque se sentía pesadona, y justo veníamos de algo tranquilo, entonces buscamos cambiar de vibe.
Yo creo que uno se da cuenta si va a fluir algo, y esta canción no paró de darnos los espacios, los sonidos. Primero fue todo lo instrumental, mucho crear ambiente, pequeños viajes del background musical como post rock. Claro que no es sólo componer la canción, sino armar toda la producción de la rola, encontrar el efecto exacto para el bajo, el sonido de la guitarra, y pensar en cómo va a sonar en vivo. Vamos creando tracks, haciendo feedback, y al final Néstor le pone la letra, y siempre es muy interesante, porque él tiene esta parte mágica que le da lírica a la canción, los demás somos más instrumentales. Es todo un proceso creativo muy interesante.
¿Cuáles son los planes a corto plazo de El Kaural?
Hemos estado promocionando nuestra música por redes sociales, teniendo muy buena respuesta en Sudamérica, en especial Argentina. Nuestra misión de este año es ir para allá a grabar tres sesiones en vivo de tres canciones cada uno, al estudio Unísono (estudio de Cerati), ION y Romaphonic (ex-circo beat de Fito Páez), y probablemente lo extendamos a una serie de shows en vivo. Esos son los planes: viajar y hacer esas grabaciones, también incluiremos más presentaciones en vivo, probablemente hagamos más shows en Tijuana, y tal vez Ensenada.
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